Domingo, 9 de noviembre 2025, 16:46
| Actualizado 18:19h.
A Luis Carrión le ha dolido la decisión del VAR de anular el gol que hubiese supuesto el empate del Real Oviedo, en cuyo banquillo vive un momento muy complicado. Redebutó con el club asturiano ante el Espanyol el pasado 17 de octubre después de que se cesara de forma sorprendente a Paunovic pese a estar fuera de los puestos de descenso. Esta decisión del propietario Jesús Martínez suscitó polémica en la capital asturiana por decidir traer de vuelta a un técnico que decidió abandonar el Tartiere en su día, cuando casi suben hace dos temporadas, para fichar por Las Palmas.
Esta nueva etapa es bien diferente, pese a que el empresario mexicano aseguró que su equipo debía luchar «por Europa» y no por la permanencia. Al menos, eso dicen los números. Ahora es colista, no conoce todavía la victoria en Liga (suma dos empates y dos derrotas) y cayó de forma estrepitosa (4-2) ante el Ourense de Primera Federación en Copa. Y para analizar su último tropiezo en San Mamés se acordó del VAR, al que criticó de una forma suave por anular un gol por fuera de juego que hubiese supuesto el empate.
«El fuera de juego automático detecta que es fuera de juego por un talón… Es una pena. Están saliendo las cosas un poco en contra con este tipo de decisiones», aseguraba en declaraciones a Movistar al finalizar el partido. Eso sí, Carrión reconoció posteriormente en rueda de prensa era fuera de juego. Sobre el devenir del choque, aseguró que en la segunda parte no dieron la talla y les faltó «más volumen ofensivo» tras una primera «correcta» en la que, considera, llegaron «bien por dentro y por fuera alguna vez».
La jugada a la que se refiere Carrión sucedió cuatro minutos después de que Nico Williams abriese la lata con una auténtico golazo en el minuto 25. Poco después se dio una suerte de carambola dentro del área rojiblanca. Nacho Vidal centra al área, Colombato toca atrás de cabeza… y es entonces cuando Ilyas busca tocarla, pero no lo consigue. Un movimiento que despista al guardameta del Athletic, que ve cómo el balón le bote delante y se le cuela entre las piernas. Parecía gol, pero entonces Soto Grado se llevó la mano a la oreja.
El colegiado habló con la sala e indicó fuera de juego para borrar el empate del Real Oviedo a la media hora de encuentro. La línea se rompía por tan solo unos milímetros de la bota de Ilyas. La igualada no subió al marcador y el golazo de Nico valió una victoria.
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