La feroz competencia por hacerse con uno de los ocho puestos que darán acceso a la Copa del Rey cuando finalice la primera vuelta se … ha evidenciado en estas primeras seis jornadas de la Liga Endesa. El Unicaja, siempre candidato a disputar el torneo del ‘KO’ cuando llega febrero, hace cuentas cara a cumplir el próximo objetivo de su lista en la temporada, aunque la derrota de este sábado en la bombonera de Andorra las ha alterado. Una vez superado el tramo aparentemente difícil del calendario, con Gran Canaria, Barça y Tenerife en línea, contaba con sacar adelante los partidos venideros para hacerse fuerte en lo alto de la clasificación, pero falló. Y las sensaciones también invitan a ser algo más dubitativos que en ocasiones anteriores.

Con tres victorias (Surne Bilbao, Gran Canaria y Girona) y tres derrotas (Barça, Tenerife y Andorra) aguarda ya sus próximos compromisos. Sabía que el del Principado era un partido trampa, ante un rival que estaba en descenso con sólo un triunfo, pero cuyos resultados no se correspondían con su potencial real. Aún así fue superado en todos los aspectos del juego por el equipo del conocido Joan Plaza. En el horizonte tiene un viaje a Turquía para vérseles con el Mersin (el miércoles a las 18.00 horas) en la BCL, en un encuentro que se presenta como una buena oportunidad para recuperar sensaciones y la confianza que da ganar, y el sábado tendrá otro difícil compromiso frente al Casademont Zaragoza. Más allá, cerrará noviembre recibiendo al Baxi Manresa, en la antesala de la que será la primera ventana FIBA de la temporada en la ACB.

En total son tres partidos consecutivos fuera. Y el Unicaja, por su lado, ha demostrado ser menos competitivo lejos del Carpena que en su casa, por lo que los dos compromisos que tiene en el horizonte se presentan como una buena prueba de fuego para el equipo, que aún está a tiempo de demostrar que lo del sábado no fue más que un desliz. Para ello deberá mejorar varios aspectos de su juego: la efectividad en el tiro, su solidez defensiva y la forma de entrar al primer cuarto, que fue lo que decantó el partido desde el principio en Andorra.

La situación de la Liga Endesa, en líneas generales, en estas primeras seis jornadas, deja pocas certezas y muchas a la ‘imaginación’ de cada uno. Con un claro dominador en este arranque, el Valencia, y otros tantos que han empezado a competir a un gran nivel, caso del Tenerife, UCAM Murcia, Joventut o Hiopos Lleida, parece que la clasificación cara a la Copa estará más abierta que en ocasiones anteriores. Por ahí pulula también un Real Madrid que casi seguro no se perderá la cita y un Barcelona que, pese a haber comenzado con el pie izquierdo, todo apunta a que recuperará el paso con el transcurso de la competición.

Gestión de expectativas

En esa ecuación están también equipos como el Unicaja, el Gran Canaria, el Baskonia o el Zaragoza. Los tres primeros, por jerarquía, tratarán de apuntarse a toda costa a la fiesta de la Copa. Eso sí, no será un camino de rosas para ninguno. El Unicaja ha de lidiar con las expectativas que inevitablemente se han creado a raíz de sus anteriores y brillantes campañas, con especial atención a la última. La adaptación y el rendimiento de los nuevos es otro de los asteriscos del equipo en este tramo. Las dudas que dejan Webb y Sulejmanovic y el nulo aporte de Castañeda es otro frente con el que ha de lidiar el cuerpo técnico, que ya espera la llegada de un nuevo ‘cinco’ que supla a Kravish.

El Baskonia de Galbiati, por su lado, cuenta con el aliciente de clasificarse para la Copa del Rey tras dos temporadas quedándose fuera, lastrado, principalmente, por la exigencia de la Euroliga. El peso del club de los de ‘siempre’ y el empuje de los otros que se quieren apuntar a la fiesta del Roig Arena dejará una trepidante batalla por ocupar una de las ocho primeras sillas de la Liga, con el Unicaja tratando de ‘cuadrar’, de nuevo, sus cuentas.