Con un look rompedor en color negro y una amplia sonrisa, Lidia Torrent (31 años) se sienta a charlar con EL ESPAÑOL en una conversación distendida. La modelo se muestra muy abierta a hablar sobre su vida privada y su relación con Jaime Astrain (37), padre de su hija.
El pasado miércoles, 5 de noviembre, Torrent asistió a la presentación de Camino a Arcadia, la serie de SkyShowtime protagonizada por William Levy (45) y Paula Echevarría (48). Madrid se vistió de gala para recibir a los rostros conocidos que no quisieron perderse el estreno, entre ellos, una de las parejas de moda: Lidia Torrent y Jaime Astrain.
Tras los rumores de crisis, el momento actual de su relación o su vida junto a su pequeña Elsa (3), la modelo se sincera ahora ante este diario.

La pareja sueña con vivir fuera de España, algo que nunca han contado y que desvela en exclusiva con EL ESPAÑOL. Además, Torrent descubre que le encantaría haber vivido con su pareja la etapa en la que jugaba al fútbol, ya que le gusta mucho este deporte.
Y, por último, habla de la nueva faceta que está viviendo con su pequeña de 3 años. «¿Eres la bruja Lola?», ha comenzado diciendo entre risas ante las primeras cuestiones.

Lidia Torrent en el estreno de ‘Camino a Arcadia’ en Madrid.
Gtres
En el momento en el que se encuentra su relación ahora mismo, ¿le apetecería dar un paso más e irse a vivir fuera de España?
¿Por qué lo dice? Ah, porque ha dicho algo él… No, no es que me vaya, pero esas cosas son con las que hemos fantaseado muchas veces.
¿Han fantaseado con qué exactamente?
Con estar en otra ciudad en algún momento de nuestra vida y vivir la experiencia.
¿Y le apetecería hacerlo?
Sí. O sea, en la ciudad en la que quizá podríamos llegar a estar, sí. No a corto plazo, de decir ‘venga, nos vamos mañana’, pero sí que fantaseas un poco con eso: te ves en otro lugar, piensas qué pasaría si abres el abanico a poder estar allí… Bueno, no quiero agafarlo; si algún día se materializa, te lo contaré.
¿Pero esa ciudad está en Europa?
Ah, no, no, no… nosotros, si lo hacemos, lo hacemos a lo grande.
O sea, como María Pombo… ¿Miami, quizás?
No, no sé..
«Hemos fantaseado con estar en otra ciudad en algún momento de nuestra vida y vivir la experiencia».
¿Te hubiese gustado vivir siendo mujer de futbolista?
Yo alguna vez se lo he dicho, porque creo que también me hubiera gustado mucho vivir con la peque esa etapa de jugador. Poder ir a verle y estar allí. A mí me gusta mucho el deporte en general, y seguir a tu pareja. Verle jugar puede ser algo muy bonito. Y que la peque lo hubiera vivido desde cero, también. Pero bueno, ahora le vemos jugar en amateur, majísimo él ahí los fines de semana, los domingos, y nosotras viéndole.
¿Qué piensa de las críticas que le caen a las mujeres de los futbolistas?
¿Sabe qué pasa? Eso es un gran prejuicio. Esto es como todo: hay de todo en todas partes. No son «las que acompañan a futbolistas». Me refiero a que son mujeres súper válidas, que tienen su camino, su trabajo, su futuro, sus propias proyecciones.
Si las conoces, se te quita mucho el prejuicio, pero como nos va más tirar de prejuicio que conocer, al final estiramos el chicle. Yo he conocido a muchísimas mujeres de futbolistas que son potentísimas, validísimas y con su propio camino y proyectos.
Lidia Torrent y Jaime Astrain en el estreno de ‘Camino a Arcadia’.
Gtres
Y ahora que es madre, ¿qué consejo le está dando a su hija? ¿Cómo la están educando?
A ver, tiene tres años… No asimila conceptos muy complejos todavía. Pero, justamente tuvimos una tutoría el otro día, y lo que mola que te digan ahora es que es una niña curiosa, que le gusta aprender, que tiene alma de líder, que es una niña con confianza y amor propio.
Todas esas pequeñas cosas, que son las que dejan más peso y con las que se va formando su identidad, creo que eso lo tiene. Tiene una buena base de valores. Y bueno, tampoco nos ponemos muy intensos con eso, la verdad.
¿Hay algo que le llame especialmente la atención de su personalidad?
Sí. Yo te diré que, cuando era pequeña, nunca fui líder. Bueno, no lo he sido nunca, ni lo soy ahora tampoco (ríe). Siempre he intentado estar un poco más al margen. Me ha gustado no pasar desapercibida, pero tampoco ser el centro de atención. No tengo ese alma de líder; soy Leo, pero eso no me representa.
Ella, sin embargo, gestiona eso muy bien: es una líder natural. Todos la reclaman, la buscan… y eso me hace mucha gracia, porque creo que es algo muy personal y que ya viene predeterminado en ella.