El UEMC Valladolid Baloncesto sigue sin encontrar quien le frene. Junto con el Coto Córdoba pasa por ser el único invicto de la competición al … lograr su quinta victoria consecutiva tras vencer por segunda vez esta temporada al Círculo Gijón Baloncesto. Mientras que la primera vez que las ardillas triunfaron sobre el cuadro de Nacho Galán lo hicieron en la Copa de España, en este caso fue en una fase regular liguera que está sonriendo a los discípulos de David Barrio.

El entrenador nacido en León dio galones de inicio a Ordóñez para acompañar a Taiwo en una pintura que se antojaba vital para salir victorioso de la refriega en tierras asturianas. En el lado opuesto de la cancha aguardó un Círculo versátil y dinámico, que siempre buscó a Reilly y Pierre como opciones preferentes en ataque. Pese a ello, el Valladolid Baloncesto no dudó en ejecutar, con más intención que acierto, lanzamientos desde la línea de tres puntos en un primer cuarto muy igualado (14-15, min. 8). Y es que a los dos únicos aciertos de Hanna se sumaron errores de Haney y Ordóñez en tiros tan cómodos como desviados.

Círculo Gijón Baloncesto:

Reilly (8), Pierre (22), Arcos (14), Okafor (2), Menéndez (10) -quinteto inicial-, Ramírez (1), Barros (10), Franco (2), Jerónimo Luis y Alberto Díaz (5).

74

88

UEMC Valladolid Baloncesto:

Marín (4), Haney (15), Hanna (13), Ordóñez (17), Taiwo (2) -quinteto inicial-, Isern (24), Edu Arqués (10), Martín (2), Hansen y García-Abril (1).

  • Árbitros:
    Gallego Saldaña (Colegio castellano y leonés) y Argüelles Domínguez (Colegio madrileño). Sin jugadores eliminados.

  • Parciales:
    18-20, 18-23 (36-43), 19-23 (55-66), 19-22 (74-88).

  • Incidencias:
    Pabellón de Deportes Presidente Adolfo Suárez. 900 espectadores.

Sí consiguió ajustar la defensa el quinteto pucelano en la segunda mitad, con la principal novedad de Edu Arqués, fichado esta misma semana ante la ausencia de Ochi. Desde ahí creció la formación visitante, cortocircuitando a su rival para fraguar un parcial 4-9 que dibujó el primer atisbo de ventaja en el marcador (22-29, min. 13). Una renta que aportó paciencia y tranquilidad a los hombres de David Barrio, tal vez los dos ingredientes que más echó en falta en el arranque un Valladolid que se escapó hasta el 29-40 con un triple del propio Edu Arqués. No se dejaron amilanar por el toque de corneta los discípulos de Nacho Galán. Con una mezcla de valentía e inconsciencia acudieron raudos al intercambio de golpes para limar la desventaja al filo del intermedio.

Unas buenas intenciones que se encargó de borrar de un plumazo el UEMC Valladolid Baloncesto tan pronto como regresó de los vestuarios con un parcial 5-11 que puso mucha tierra de por medio (41-56, min. 25). Con Pau Isern prendiendo mechas por toda la pista, Taiwo en labores de zapa y Hanna, Haney y Ordoñez erigidos en francotiradores desde el perímetro, la escuadra pucelana enfiló una marcha triunfal que ya no tuvo vuelta atrás pese a los intentos del adversario por mantener el suspense. A esas alturas del choque, la única preocupación en el banquillo pucelano era la necesidad de frenar a Pierre. El combo guard estadounidense se convirtió en un enigma por su facilidad para encontrar espacios libres de marca y castigar el aro desde posiciones lejanas.

Sin embargo, cada canasta de la formación gijonesa encontró cumplida respuesta. Así ocurrió con un triple de Marín tras un rebote ofensivo de Ordoñez para el 60-71 para recuperar la tranquilidad después de haber permitido dos anotaciones sencillas por desajustes en el balance defensivo. Tampoco se desentendió de sus funciones Isern. La voz del jugador barcelonés sonó como la más afinada dentro de la excelente interpretación llevada a cabo por la coral vallisoletana. Sus 24 puntos con un 73% de acierto hablan claro del papel de un jugador que sigue sin tocar su verdadero techo. Un termómetro de lo que le sucede a un UEMC Valladolid Baloncesto que afrontará el derbi autonómico en Ponferrada acechando el liderato una semana más.