Se ha resuelto el misterio en torno a la fotografía de un joven elegantemente vestido frente al Louvre, tomada justo después de un robo de joyas valoradas en millones.
Según Der Spiegel y Associated Press —la agencia que tomó la imagen—, el muchacho no era detective ni cómplice: se trataba de Pedro Elias Garzon Delvaux, un estudiante de 15 años de Rambouillet, a 30 kilómetros de París, que solo intentaba visitar el museo con su madre y su abuelo.
Fan de Sherlock Holmes y Hercule Poirot, Pedro decidió guardar silencio cuando la foto se hizo viral. Mientras las redes debatían si el «hombre del sombrero» era un detective, un cómplice o incluso una imagen generada por IA, él prefirió observar.
«No quería decir inmediatamente que era yo», explicó. «Con esta foto hay un misterio, así que hay que dejar que dure».
El adolescente no sabía que lo estaban fotografiando cuando habló con la policía frente al Louvre, cerrado tras el robo.
Su imagen, apodada en internet como «Fedora Man» por su sombrero, traje de tres piezas y abrigo, lo convirtió en un símbolo del misterio clásico. La foto acumuló millones de vistas y comentarios, como el de un usuario en X que bromeó: «El detective con mayor aspecto de detective que jamás haya detectado».
Pedro y su familia se divirtieron con las teorías. «Es genial que la gente piense que soy un detective», dijo a Der Spiegel.
El joven de 15 años mantuvo deliberadamente el misterio cuando su fotografía comenzó a circular en redes sociales tras el robo.Imagen: Thibault Camus/AP Photo/picture alliance
El estilo clásico de un adolescente parisino
En su única entrevista presencial, Garzon Delvaux apareció vestido casi igual que en la famosa imagen: sombrero fedora, chaleco Yves Saint Laurent prestado por su padre, chaqueta elegida por su madre, corbata impecable, pantalones Tommy Hilfiger y un reloj ruso restaurado.
Der Spiegel dio con él a través de su Instagram, donde ya cultivaba una estética inspirada en los años 40. Associated Press confirmó su identidad el domingo. Aunque disfruta de la atención, asegura que no tiene planes para aprovechar sus «15 minutos de fama».
Su atuendo, explicó, no era un disfraz, sino su estilo habitual: le gusta vestirse «clásicamente».
El fedora es un guiño a Jean Moulin, héroe de la Resistencia francesa, y solo lo usa en fines de semana, vacaciones o visitas a museos.
En su escuela sin uniforme, su elegancia ha empezado a contagiar. «Uno de mis amigos vino esta semana con corbata», comentó. Pedro entiende por qué la gente imaginó un detective de película: «Cuando pasa algo inusual, no imaginas a alguien normal, imaginas a alguien diferente».
Con su elegante atuendo inspirado en los años 40, el adolescente francés captó la atención mundial mientras hablaba con la policía.Imagen: Thibault Camus/AP Photo/picture alliance
Una pasión por el arte heredada
La pasión por el arte viene de familia. Su madre, Félicité Garzon Delvaux, creció en un palacio-museo del siglo XVIII, hija de un curador y una artista. «La vida sin arte no es vida», afirma. Para Pedro, los museos y las imágenes forman parte de su día a día.
Por eso comprendió el poder de aquella foto: un instante que condensó estilo, misterio y azar. Dejó que el mito creciera antes de hacerse público, cambiando su Instagram de privado a público. «La gente tenía que intentar descubrir quién soy», dijo.
Después llegaron los mensajes de conocidos, familiares y periodistas. «Estaba asombrado de que con una sola foto puedas volverte viral en pocos días», confesó.
Hoy se lo toma con humor. «Estoy esperando que me contacten para películas», dice entre risas.
En una historia de robo y confusión, «Fedora Man» se convirtió en un contrapunto más amable: un adolescente que cree que el arte, el estilo y un buen misterio pertenecen a la vida cotidiana.Corona de la emperatriz Eugenia regresa al Louvre tras espectacular robo
«Soy una estrella», bromea Pedro, como quien se prueba un sombrero nuevo. «Seguiré vistiéndome así. Es mi estilo».
FEW (dpa, AP, Der Spiegel)