Mientras Bélgica celebra este martes el Día del Armisticio, fiesta nacional en el país, miles de jóvenes han comenzado a recibir una carta en la … que el Gobierno les invita a hacer el servicio militar voluntario durante un año por un sueldo de 2.000 euros al mes. La misiva llegará a los hogares de un total de 149.000 hombres y mujeres que en 2026 cumplirán la mayoría de edad, anunció el ministro de Defensa belga, Theo Francken, en redes sociales. El objetivo de la campaña es lograr medio millar de reclutas para el programa de formación castrense que empezará el próximo septiembre.
El Ejecutivo belga, actualmente encabezado por la ultraderecha con la formación nacionalista flamenca N-VA, pretende que este programa duplique su oferta y llegue hasta las 1.000 plazas en 2027, con la idea de aumentar progresivamente la cifra hasta llegar a los 7.000 reclutas anuales. La iniciativa llega en un momento en el que Europa trata de reforzar sus defensas ante la amenaza que supone Rusia, sobre todo tras los recientes incidentes con las incursiones de drones en el espacio aéreo comunitario y que Bélgica ha vivido en sus propios cielos.
El ministro de Defensa belga, por su parte, justificó la campaña alegando la necesidad de renovar a los soldados ante la llegada de «mucho material nuevo», después de que el país se comprometiera con la OTAN a aumentar sustancialmente su gasto militar. Se espera que los nuevos reclutas, de entre 18 y 25 años, se encarguen en su mayoría de tareas de vigilancia terrestres, navales y aéreas. «El objetivo es también concienciar a los jóvenes de que el mundo ha cambiado y de que hay una amenaza que pesa sobre nuestro país», explicó Francken en una entrevista con el diario belga ‘Le Soir’.
Campañas de reclutamiento
La carta, además del sueldo, promete que pasar por el ejército es ideal para «desarrollar la disciplina y el espíritu de equipo» y anima a los interesados a inscribirse. Aunque su entrada no está garantizada, ya que todos los jóvenes deberán pasar unos exámenes médicos obligatorios.
El Ejecutivo insiste en que las misivas «son sólo informativas», tras las críticas de la población y la oposición
Las fuerzas armadas belgas cuentan cada año con su propio punto informativo durante los actos que rodean a la Fiesta Nacional, que se celebra el 21 de julio. El ejército también tiene locales repartidos por distintas ciudades y camuflados entre las tiendas a las que los jóvenes interesados pueden acudir con sus dudas. Ahora, el Gobierno ha decidido dar un paso más, con sesiones informativas que llevará a distintos puntos del país durante todo el año. Bélgica apenas logra reclutar a unos 2.800 soldados al año, una cifra que hace imposible llegar al objetivo fijado por el Ejecutivo de contar con 40.000 militares para 2030.
El país suspendió el servicio militar obligatorio en 1993 y reactiva ahora la oferta voluntaria para la población, una medida que ya han puesto en marcha diez países de la Unión Europea. Ante las críticas de parte de la población, de asociaciones antimilitaristas y de la oposición del Gobierno a estas cartas, el Ejecutivo liderado por el primer ministro Bart De Weber insiste en que son misivas «puramente informativas» y que «no obligan» a los jóvenes a entrar en la carrera castrense. Eso sí, una vez que los reclutas firmen el contrato, este tendrá un carácter vinculante.
