Encontrar un techo bajo el que vivir se ha convertido en el mayor quebradero de cabeza para los españoles. Así lo confirma el último barómetro del CIS, que sitúa la vivienda como el principal problema del país. No sorprende: en la última década, los precios se han disparado más de un 70%, según el Instituto Nacional de Estadística, mientras los salarios avanzan a paso lento y la oferta de pisos asequibles se desvanece. El resultado es un escenario cada vez más asfixiante donde la vivienda, más que un derecho, parece un lujo inaccesible.
Pero, ¿cómo hemos llegado hasta aquí? Hablamos con María Matos, directora de Estudios y portavoz de Fotocasa, para conocer cómo ha evolucionado el mercado residencial en los últimos años. «El problema en estos momentos es el precio, o mejor dicho, el ritmo al que se encarece la vivienda«, cuenta a 20minutos.
¿Cuánto ha subido la vivienda en los últimos 5 años?
La escalada del precio de la vivienda no es una percepción: es una realidad que avanza a un ritmo histórico. «Está subiendo un 17% interanual y es la mayor variación desde que nosotros en Fotocasa tenemos registros hace 20 años», advierte María Matos, directora de Estudios y portavoz de Fotocasa.
A este fenómeno se suman incrementos acumulados que han transformado por completo el acceso a la vivienda en apenas un lustro. Como detalla Matos, «hace 5 años el precio medio de una vivienda en España era sobre 150.000 € y ahora ya está por encima de los 210.000 €. Es una subida del 40%.» Y subraya que esta cifra solo es una media, lejos de los máximos que se registran en algunos mercados tensionados.
«Hay capitales de provincia como Madrid, Málaga, Baleares, San Sebastián, Las Palmas, que han superado esos incrementos y que están marcando nuevos precios récord más allá de los que habían situado en la burbuja inmobiliaria», apunta Matos. Zonas donde la presión es aún mayor y donde la capacidad adquisitiva queda muy por detrás de la evolución del mercado.
La clave de este fenómeno, insiste, está en la relación entre oferta y demanda. «Entonces, evidentemente, la pregunta que nos hacemos es por qué sube tanto el precio. Pues porque, como decía, tenemos un desequilibrio estructural entre oferta y demanda. La demanda en estos momentos cuadriplica la oferta. Está rozando máximos y la oferta disponible es muy baja, es imposible dar respuesta».
No se trata solo de un episodio coyuntural, sino de una dinámica intensa y sostenida. «Tenemos una demanda que nunca había estado, salvo en los últimos 3 años que hemos tenido también un boom desde 2022 con la demanda, pero nunca habíamos visto una demanda tan sólida y tan intensa».