El ‘culebrón’ entorno al futuro de Max Verstappen se ha resuelto en Hungría, después de varias semanas de rumores que le vinculaban con Mercedes. El despido fulminante de Christian Horner en Red Bull, tras la carrera en Silverstone, añadió ‘picante’ al mercado de pilotos y convirtió al campeón en el protagonista principal de la ‘silly season’ para 2026.

Año clave

El próximo año entrará en vigor el nuevo reglamento de chasis y motores en la Fórmula 1 y todos los pilotos quieren asegurarse un buen asiento para llegar con la mejor inercia posible a una temporada clave.

Verstappen, que en su día firmó un millonario contrato con Red Bull hasta 2028, se debatía entre seguir en el equipo que le dio la alternativa en la Fórmula 1 con 17 años y con el que ha conquistado cuatro coronas mundiales consecutivas desde 2021, o liberarse anticipadamente para iniciar un nuevo desafío en Mercedes, que según todos los indicios parece llevar la delantera en los motores de 2026.

Red Bull ha perdido a hombres determinantes en su staff técnico, como Adrian Newey (Aston Martin) y Jonathan Weathley (Sauber). Y desde mitad de 2024, Max ya no cuenta con el coche dominante, ante la eclosión de McLaren.

El neerlandés, casi descartado de la lucha por el título en 2025, dejó claro que más que el dinero, sería el rendimiento del coche lo que pesaría en su decisión. Y eso a estas alturas es una incógnita absoluta, teniendo en cuenta el drástico cambio normativo y que Red Bull dejará de trabajar con Honda para aliarse con Ford y fabricar sus propias unidades de potencia.

“Si ya no tengo ninguna posibilidad de ganar y tengo que pelear en la zona media, la diversión desaparece muy rápidamente”, advirtió Verstappen en Bélgica sobre sus intenciones. Pero este jueves, a su llegada al paddock de Budapest, fue contundente al anunciar su continuidad en la escudería de las bebidas energéticas.

«Es hora de acabar con los rumores voy a seguir en Red Bull el próximo año”, anunció, desbloqueando así el mercado, en el que los siguientes pasos deben ser las renovaciones de George Russell y Kimi Antonelli en Mercedes.

Las dudas

Eso sí, Max dejó una puerta abierta de cara a 2027, cuando muchos acaban contrato y el mejor piloto siempre tendrá donde elegir. Si el ‘experimento’ de Red Bull no funciona la próxima temporada, él volverá a tener la llave de la parrilla.

Toto Wolff apunta que hay “un 90 o 95% de probabilidades de que Russell y Antonelli continúen en el equipo” la próxima temporada. Ambos pilotos terminan contrato a finales de 2025, pero no son los únicos.

Más complicado ‘pinta’ el futuro de Franco Colapinto en Alpine, dónde no ha cumplido las expectativas. Y en el Visa RB, tampoco hay alineación confirmada más allá de este año, aunque Isack Hadjar parece tener asegurado el volante y las dudas se ciernen en torno a Liam Lawson y al actual compañero de Verstappen en Red Bull, Yuki Tsunoda.

El japonés, que ha celebrado la llegada Laurent Mekies al box relevando a Horner, confía en que su feeling con el francés, que fue su jefe en RB, le permita mejorar: “Estar consistentemente en los puntos es el objetivo”, afirma.

Además, no hay que olvidar que en 2026 habrá una undécima escudería, Cadillac, que aún tiene dos asientos libres y podría acabar marcando el regreso de ‘caras’ conocidas como Sergio Pérez, Valtteri Bottas o Mick Schumacher que se postulan como candidatos.

Oportunidad para Alonso y Sainz

Carlos Sainz y Fernando Alonso tienen garantizada su continuidad en la Fórmula 1, al menos en lo respecta a 2026, con Williams y Aston Martin, respectivamente.

Pero mientras para Sainz, de 30 años, pueden abrirse nuevas oportunidades en 2027, Alonso , que acaba de cumplir 44, podría estar ante su ‘último baile’ el año que viene. Asegura que «el próximo verano o incluso antes”, decidirá su futuro en función del ambicioso proyecto de Adrian Newey y Aston Martin en sociedad con Honda. Si es un éxito y le permite volver a pelear en la zona delantera de la parrilla, no descarta alargar su carrera.