Andy se sentó este lunes en El Hormiguero para relatar, por primera vez en un plató de televisión, cómo ha vivido el último año de relación y ruptura profesional con Lucas. Sin rodeos, sin gestos de defensa, sin intentar maquillar lo ocurrido. Fue … directo y, en algunos momentos, estuvo visiblemente afectado.
El tema sobre la nariz de Lucas, que llevaba meses generando especulaciones tanto en redes como entre los seguidores del dúo, ocupó buena parte de la conversación. Y Andy, con cuidado pero firmeza, dejó claro que él tampoco conoce la versión definitiva de lo ocurrido. «Yo no sé realmente la verdad», dijo, «pero tengo mis sospechas, igual que todo el mundo».
El cantante explicó que fue el propio Lucas quien le contó que la operación de nariz no había salido como esperaba. Que había complicaciones y que, según lo que él le trasladó, la recuperación no se hizo siguiendo las pautas médicas. «Me dijo que no se hizo las curas bien, que se había quitado la venda demasiado pronto. Yo no soy médico, pero claro, cuesta entenderlo».
La cuestión, sin embargo, no es solo estética. Andy dejó entrever que el tema se convirtió en un foco de tensión emocional. «Lo de la nariz se convirtió en un comentario, incluso en bromas de mal gusto. Y no era fácil. Era algo físico, y él lo estaba pasando realmente mal».
Una relación que se rompió sobre el escenario
El momento definitivo llegó, según relató, durante un concierto en Mérida. Andy narró que Lucas llevaba meses más nervioso de lo habitual, «muy afectado emocionalmente», y que él mismo llegó a romperse por la preocupación: «A mí me dio un bajón en un restaurante, me tuvieron que sacar llorando porque lo veía mal».
La situación se tensó cuando, durante el concierto, Lucas reaccionó de forma desproporcionada a un comentario entre compañeros. «Me pegó una bronca que parecía mi padre», contó Andy. A partir de ahí, el enfrentamiento fue inevitable: gritos, tensión, asistentes tratando de separarlos y, finalmente, rotura total.
Andy terminó en el hospital, aunque aclaró que no fue por una agresión física, sino porque arrastraba una lesión previa que se agravó durante el encontronazo: «Él venía hacia mí como un tren, y yo dije: si tú eres un tren, yo también. Pero me rompí».
El final de una etapa y el inicio de otra
Después de aquel episodio, la relación quedó reducida a lo profesional y estrictamente necesario para cerrar la gira. «Yo con él no hablo desde mayo. Terminé la gira porque había que ser profesional, pero ya está. Yo ya era libre».
Durante la entrevista, Andy también habló de otra cuestión que había generado ruido: la recaudación de su último gran concierto. Según contó, se le comunicó que la recaudación rondaba los 250.000 euros, pero su liquidación personal fue de «menos de 10.000». Él mismo lo dijo con serenidad, pero dejando claro que hay preguntas sin responder.
A pesar de la crudeza de lo narrado, Andy cerró su paso por el programa con un mensaje de respeto hacia su excompañero. «Yo no quiero mal para él. Han sido muchos años juntos». Y, por primera vez, se permitió sonreír al hablar del presente: «Ahora sí siento que soy yo. Estoy cumpliendo un sueño».