Hace unos años, Zamora llegó a tener un cartel de ‘Se vende’ un tanto peculiar. No era una casa, ni una finca, ni siquiera un local. Se trataba de un pueblo que buscaba nuevo dueño después de más de 30 años deshabitado. Se trata del Salto de Castro, cuyo nombre vuelve a saltar a la palestra en estos compases finales de 2025 por la búsqueda de inversores para su rehabilitación y desarrollo de las futuras infraestructuras que Jason Lee Beckwit tiene en mente para reconvertirlo en nuevo destino turístico. La conexión del poblado con la actual Iberdrola es indudable, pero no es tan conocida su importancia en el ciclismo zamorano del pasado siglo.

Hace ya casi 80 años, la por entonces conocida todavía como Iberduero ponía en marcha una carrera ciclista que con el paso de los años se convertiría en un clásico del ciclismo nacional. Nacía así el Trofeo Iberduero, que a finales del siglo pasado se renombraría como Trofeo Iberdrola. El paso de los años hizo mella en una cita histórica del comienzo de temporada, salvada hace menos de una década por la apuesta de Caja Rural de Zamora y la Diputación provincial… Y refundada hace poco más de medio año con el interminable nombre de ‘Gran Premio Muelas del Pan – Caja Rural – Diputación de Zamora’ por las mismas instituciones de la mano de un nuevo organizador, Cadalsa.

Pero estas no son fechas para hablar del presente, tampoco del futuro. Es momento para echar la vista atrás a los primeros años de esta carrera, cuando aún era una (casi) desconocida para el resto del país… Y para muchos de los zamoranos. De sobra conocido es su icónico final en el Poblado del Esla junto a la presa de Ricobayo, pero como si se hubiera corrido un tupido velo, nadie se acuerda de la importancia del poblado del Salto de Castro durante sus primeras ediciones. Un papel protagonista que en los comienzos del Trofeo Iberduero se estableció como ‘punto de control’ y que llegó incluso a transformar esta pequeña localidad en punto de salida de la carrera.

Mapa con el recorrido del Trofeo Iberduero 1975, con paso por el Salto de Castro

Mapa con el recorrido del Trofeo Iberduero 1975, con paso por el Salto de Castro / El Correo de Zamora

Más de 30 años

Durante los años de posguerra, era habitual que muchas carreras llegaran a un lugar, tomaran tiempos y volvieran a arrancar desde estos ‘puntos de control’. Eran zonas de avituallamiento, pausa y jolgorio junto a los paisanos que allí se congregaban. Este honor recayó en el Salto de Castro desde la primera edición de la carrera en la dura década de los ’40 hasta 1974, sin importar si la salida se situaba en el Poblado del Esla o en un tercer ‘salto’, el de Villalcampo. Con la llegada de la Transición, muchas cosas cambiaron en España, incluidas las carreras ciclistas… y sus ‘puntos de control’ desaparecieron, pasando al Salto de Castro la salida de la prueba en 1975 y 1976 para darle protagonismo a uno de esos pueblos de carretera única.