Eli Iserbyt, uno de los grandes referentes del ciclocross actual, atraviesa el momento más delicado de su carrera. El corredor belga aún no ha debutado en la temporada 2025-2026 y su recuperación parece estancada tras sufrir complicaciones derivadas de una operación en la arteria ilíaca.
Eli Iserbyt. Imagen: InstagramUn incierto proceso de recuperación tras su segunda operación de arteria ilíaca
El pequeño pero combativo especialista del Pauwels Sauzen-Bingoal terminó la pasada campaña con persistentes molestias físicas que limitaron su rendimiento. Los exámenes médicos revelaron un problema circulatorio en la arteria ilíaca, una dolencia que ya ha afectado a varios ciclistas profesionales en los últimos años y cuya única solución pasa habitualmente por el quirófano.
Iserbyt fue intervenido a finales del invierno, pero los resultados no fueron los esperados. La falta de fuerza en las piernas y la mala circulación le obligaron a someterse a una nueva cirugía, un proceso que ha puesto en duda su continuidad en el más alto nivel. Los médicos trabajan para restablecer el flujo sanguíneo adecuado, aunque el proceso de recuperación es lento y lleno de incertidumbre.
En Bélgica, los medios especializados han comenzado a hablar de un futuro complicado para el corredor. Algunos periodistas del entorno del ciclocross apuntan a que el deportista podría valorar una retirada anticipada si no consigue recuperar el tono muscular y la potencia que le caracterizaban.
Por el momento, Iserbyt mantiene la esperanza de regresar a la competición, aunque es consciente de que cada intervención reduce las opciones de una recuperación total. Su entorno más cercano confía en que el descanso y la rehabilitación permitan al ciclista recuperar sensaciones antes de que concluya el invierno.
El equipo Pauwels Sauzen-Bingoal ha preferido no hacer declaraciones hasta conocer el resultado de los próximos controles médicos. Mientras tanto, el panorama del ciclocross belga observa con preocupación la evolución de uno de sus principales talentos, ganador de múltiples pruebas de la Copa del Mundo y habitual en los podios internacionales.
Si el tratamiento no logra los resultados esperados, Iserbyt podría enfrentarse a una decisión difícil: seguir apostando por la recuperación o dar por terminada una carrera que, hasta hace pocos meses, parecía destinada a consolidarse entre las más brillantes del panorama mundial.