Los contrastes son la mejor evidencia para distinguir la diferencia entre dos elementos de análisis. Y en el caso de los datos relacionados con el tráfico de viajeros del aeropuerto de Villafría esta fotografía muestra la realidad del aeródromo con toda su crudeza. Hasta el punto de que en enero y febrero no se contabilizó ningún viajero en las estadísticas oficiales de Aena en el balance del primer semestre de este 2025.

La caída en picado del número de personas que pasan cada año por la terminal burgalesa es evidente desde que se perdiera la conexión con Barcelona en diciembre de 2021. Desde entonces, la actividad comercial depende exclusivamente de las operativas puntuales de los operadores turísticos y de la presencia de las decenas de jets que visitan la ciudad por negocios o de paso.

Villafría está a un paso de completar su desconexión definitiva del tráfico comercial y, a la vez, los chárteres demuestran que los usuarios responden en el momento en el que hay actividad. 

Aquel último ejercicio con conexiones regulares a Barcelona se cerró 9.611 pasajeros contabilizados. Hoy la realidad refleja que hay meses sin actividad. Una cifra llamativa confirmada por el gestor aeroportuario ante la aclaración solicitada por este periódico.

Cero viajeros contabilizados en 60 días, si bien este el resultado de filtrar la presencia de los miembros de la escuela de pilotos y de otras operaciones que se desarrollan en la pista burgalesa.

El ‘rosco’ en el casillero de Villafría deja de ser un dato anecdótico cuando se repite en un corto espacio de tiempo y cuando amenaza con extenderse en el futuro cercano. Basta el ejemplo de junio, un mes que ofrece un mayor tráfico de viajeros con el inicio de las vacaciones y que, sin embargo, solo sumó 10 pasajeros.

La actividad derivada de la Europa League no sirvió para maquillar los datos

Ni siquiera la presencia de las avionetas llegadas por la celebración de la Copa de España Aérea ayudaron a maquillar este pobre resultado. Fuentes de Aena matizan que este evento está dirigido a pilotos aterrizados con sus aeronaves en una competición de aviación deportiva y por ello no se consideran usuarios que deban incluirse en la estadística de pasajeros del aeródromo burgalés.

Es decir, que entre enero, febrero y junio se acumularon una decena de pasajeros en Villafría. Y eso que en mayo la actividad residual generada por la masificación de los aeropuertos de Bilbao y Santander con motivo de la final de la Europa League de fútbol ayudó a evitar otro descalabro total. 

Los jets procedentes, sobre todo, de Inglaterra dinamizaron la actividad durante varios días y ampliar hasta 155 el ‘censo’ de personas que pasaron por la terminal castellana.

Un panorama desolador que choca con otra realidad, la de la respuesta de los consumidores cuando hay operatividad programada. El aeródromo recobra vida si la oferta satisface a una demanda que permanece en la sombra a la espera de contadas oportunidades.

Iniciativas como la de Marsol con el viaje programado a Suiza, o las protagonizadas por Mundiplayas y el Imserso para los mayores de 55 años encontraron una buena respuesta.

Las cifras acumuladas en marzo (1.159) y abril (1.051) contrastan con el ‘cero’ del comienzo de año y permiten, además, situar a Villafría en cifras de ocupación similares a las acumuladas a lo largo de todo el año 2024. Al cierre de junio se sumaron 2.375 viajeros, cuando el pasado ejercicio apenas se alcanzaron las 2.495 en 12 meses.

A la espera de alguna iniciativa de última hora para la campaña de otoño e invierno, Burgos se sitúa en el vagón de cola de la ocupación de los aeropuertos y solo supera a Sabadell (2.252), Albacete (1.184) y Huesca (628).

La escuela de pilotos baja el ritmo de las operaciones

Otro contraste ya asumido en el día a día del aeropuerto de Burgos es la alta actividad relacionada con las operaciones registradas por Aena gracias a la presencia de la escuela de pilotos.

La base de Villafría sigue siendo referencia formativa a pesar de la expansión de la empresa FlyBy a otros aeródromos del país. Villafría acumuló en los primeros seis meses del año un total de 9.200 operaciones.

Este dato le sitúa en el puesto 25 del escalafón nacional de la red de aeropuertos gestionados por Aena a pesar de una caída de 20% acumulada en 2025 con respecto al año anterior. En el mismo periodo de 2024 se registraron 11.580 operaciones hasta junio.

Villafría asume las circunstancias de su situación actual, a la espera de nuevas iniciativas privadas. Cabe recordar que el actual equipo de Gobierno ya dejó claro desde el comienzo del mandato que no se invertiría de forma directa en la atracción de compañías dispuestas a impulsar en Burgos alguna línea regular. En este tiempo el Ayuntamiento ha conocido el interés de alguna empresa de aerotaxi, pero ninguna de esas opciones prosperó.