Hay momentos que marcan tendencia. No en una temporada, que esto es muy largo y la victoria del Valencia Basket ante el Real Madrid no … es más importante que anteriores contra el Dubai o el Armani. Tiene, también, el mismo peso que una derrota en Kaunas. Pero es cierto que en la semana donde se ha filtrado que en la lista inicial de los 12 equipos que tendrán plaza fija en la competición de la NBA en Europa estarán por España el Real Madrid y el Barça, y no el Valencia Basket al que sedujo la NBA pero con la BCL como primer caramelo, la respuesta ha sido ganar precisamente al Real Madrid ante 14.922 espectadores en las gradas del Roig Arena. Un nuevo récord de asistencia a un partido de baloncesto en la historia de la Comunitat. Esa comunión con la grada, con tres partidos en lo que va de temporada rozando los 15.000 espectadores, vale mucho más que un triunfo. Más que por la clasificación, y el 6-4 en la Euroliga, el triunfo quita un poco el regusto amargo del mal partido jugado en Granada.
También más importante que un triunfo puntual es recuperar el estilo. Los 16 triples del Valencia Basket, con un 39% de acierto, y las 20 asistencias fueron un soplo de aire fresco tras dos partidos espesos. También el paso al frente de Reuvers, en defensa, que secó a Tavares y que se llevó el cántico de «¡MVP, MVP!» cuando enfiló por última vez el banquillo. Muy merecido, puesto que también sacó de la pintura al caboverdiano con sus triples.
La ausencia de lesiones, por mucho tiempo que sea, en una plantilla tiene como efecto el tener que hacer descartes. En el tercer partido en cinco días, ya son nueve los que ha tenido que hacer Pedro Martínez. Aunque, y hace bien, el técnico taronja no va a estar dando explicaciones de los motivos de cada uno, es cierto que el rendimiento, y los estados de forma, van a determinar alguno de ellos. En Kaunas, los descartes técnicos fueron Sima, López-Arostegui y Badio mientras que en Granada Key, Nogués y Taylor fueron los tres jugadores no inscritos en el acta. En el partido del Palacio de los Deportes nazarí, De Larrea y Sako desaparecieron de la rotación en la segunda parte tras un mal partido de los dos. Junto a Nogués, el único que ha repetido en dos ocasiones ser descarte en esta ronda de encuentros, fueron los que no se vistieron frente al Real Madrid y vivieron el partido desde la zona de banquillos.
La polémica brutal con la que terminó la primera parte, con Sergio Scariolo reclamando que había pedido un tiempo cuando Thompson anotó el triple que subía el 45-38 en el marcador quedaban cuatro segundos y nueve décimas en el marcador, fue el mejor resumen de veinte minutos frenéticos dignos de un partido de playoff. El paso al frente de los taronja en cuanto a la intensidad, y también hay que decirlo en el orgullo, tras el pésimo partido en Granada tuvo su efecto en una remontada ante el Real Madrid de equipo grande. No sólo por el nivel del rival, que también, sino porque la trampa defensiva que había diseñado Sacriolo, alternando las defensas de zona a individual casi en cada ataque del Valencia Basket, no surtió efecto a largo plazo. Si lo que buscaba era frenar el juego colectivo de los taronja, que siempre busca el pase extra, se llegó al descanso con 13 de las 16 canastas de los de Pedro Martínez asistidas (un espectacular 81%) con un 10 de 24 en triples. La mayoría de esos fallos, y ahí estaba el riesgo para la segunda parte, llegaron cuando los valencianos tuvieron que agotar la posesión en estático.
Tras la eterna protesta de Scariolo, que retrasó con permiso arbitral en demasía el inicio del tercer cuarto reclamando un tiempo muerto que había pedido al final del segundo cuarto , Jean Montero contestó en la pista para subir la máxima renta valenciana con un triple (48-38). Por cierto, esa imagen de un entrenador (sea quien sea) metiéndose a revisar la jugada entre los oficiales de mesa y que nunca se ha visto en el arranque de una segunda parte… dio bastante vergüenza ajena. Volviendo al partido, la clave del triunfo del Valencia Basket llegó en el momento en el que supo apretar los dientes cuando el Real Madrid se acercó (63-60) y nunca permitió la remontada. En el último cuarto, una canasta de Puerto al límite (76-65) permitió el último arreón, ante un Roig Arena en éxtasis, para certificar un triunfo de tronío ante un gran rival.
Valencia Basket: Montero (9), Moore (16), Taylor (9), Pradilla (8) y Reuvers (14), cinco inicial, López-Arostegui (-), Puerto (4), Thompson (14), Key (1), Badio (6), Sima (4) y Costello (4).
Real Madrid: Campazzo (15), Abalde (-), Deck (5), Lyles (23) y Tavares (1), cinco inicial, Okeke (2), Hezonja (11), Maledon (14), Llull (-), Feliz (-) y Len (5).
Parciales: 22-21, 23-17 (45-38), 22-22 (67-60) y 22-16 (89-76).
Árbitros: Mogulkoc (TUR), Jovcic (SER) y Thepenier (FRA).
Incidencias: 14.922 espectadores.