El Real Zaragoza vive el peor momento de su historia y el descenso a Primera RFEF es cada semana una realidad que muchos empiezan a asumir ya como irremediable. Sin embargo y a pesar de firmar uno de los peores inicios históricos en la División de Plata –hay que remontarse 21 años, en concreto a la temporada 2004-05, para ver un peor arranque: el del Córdoba con apenas 5 puntos-, existen precedentes para la esperanza.
Y es que en este siglo hay dos casos de sumar solo 6 puntos en la jornada 13ª y terminaron salvándose. Uno es Las Palmas en la temporada 2007-2008 y el otro el Cartagena en la 2023-2024.
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Los canarios, de hecho, se encontraban en la misma situación que los blanquillos, ya que estaban también a nueve de la permanencia. Su reacción fue espectacular y de la mano de Juan Manuel Rodríguez terminaron la temporada con 57 puntos en la octava posición y con siete de renta sobre el descenso.
Más reciente es el caso de los cartageneros. Eso sí, ellos veían la salvación a siete puntos, dos menos que la actual del cuadro de Rubén Sellés. También lograron obrar el milagro con Julián Calero a los mandos y acabar con 51 puntos, seis más que la zona roja.

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Es decir, que tiempo todavía tienen los aragoneses para cambiar el rumbo, pero el problema es que no hay nada a lo que agarrarse. La plantilla está hundida, tanto que ya no le vale ni adelantarse en el marcador como en Los Cármenes. Los andaluces, que llegaban penúltimos, les pasaron por encima. Y lo más dramático es que tanto Sellés como algún jugador como Paulino reconocieron que ponerse por delante les perjudicó. Insólito.
Precisamente, el entrenador aún no ha sumado ningún punto en los tres partidos al mando y su futuro no parece tener un largo recorrido en el banquillo aragonés. Este domingo recibe al Huesca en el derbi de las urgencias. De hecho, su rival llegará con entrenador nuevo tras la destitución de Sergi Guilló. El objetivo del Real Zaragoza tiene que ser agarrarse a esos precedentes, llegar vivo al mercado invernal y acertar en la revolución. Tiempo hay y los precedentes así lo confirman, pero lo que no aparecen son las personas capacitadas para tomar las decisiones correctas que obren el milagro. Por eso, parece el momento de la afición para exigir cambios inmediatos.