Tras más de una década aplicando la construcción industrializada en naves industriales, edificios de obra pública y viviendas unifamiliares, José Manuel Ruiz fundó La Casa de Hormigón en 2021. “Pensé que sería posible crear viviendas totalmente personalizadas que se convirtieran en un hogar para toda la vida… y aquí estamos”, dice. De su empresa, destaca la capacidad de personalizar al máximo la vivienda “gracias a nuestro sistema patentado CV+H Precast”. Además, de contar con un amplio equipo, destaca la colaboración con Cerámicas La Paloma, que fabrica los paneles de hormigón armado con exterior de ladrillo visto de sus casas: “toda una revolución estética y funcional que une la elegancia del ladrillo a la solidez del hormigón, a la vez que aporta una segunda capa de aislamiento térmico y acústico que mejora notablemente la calidad de vida”.
Vivienda en Las Lomas, Madrid, uno de los proyectos ejecutados por La Casa de Hormigón
Foto: cortesía La Casa de Hormigón
La pandemia y la falta de vivienda asequible son dos factores que han disparado el interés por la vivienda prefabricada en los últimos años. Si la vivienda tradicional no fuera tan cara, ¿despertaría tanto interés la prefabricada?
“En La Casa de Hormigón preferimos hablar de viviendas industrializadas, no prefabricadas, porque lo que hacemos es aplicar nuestra experiencia en la construcción industrializada a la vivienda. El interés creciente en este tipo de viviendas no tiene que ver tanto con el precio como con las posibilidades de personalización del diseño, que son infinitas, y la rapidez de edificación. La construcción industrializada permite al propietario entrar a vivir en un plazo máximo de 5 a 7 meses. Si lo comparamos con el año, o dos, que se tarda en construir la misma vivienda mediante construcción tradicional, el beneficio es evidente. El quid de la cuestión no está en el precio, sino en el ahorro de tiempo”.
¿Y, grosso modo, cuál es la diferencia entre una vivienda prefabricada y una industrializada?
“Hay dos diferencias fundamentales: el proceso de fabricación y el grado de personalización. La casa prefabricada se construye en fábrica y se transporta completa al lugar donde se va a instalar. La casa industrializada se fabrica por partes, que se trasladan al lugar donde se va a construir. Una vez ahí, las piezas se ensamblan in situ. Lógicamente, el grado de personalización de una casa industrializada es mucho mayor. Cuando la casa es prefabricada, el cliente puede escoger entre 3, 4 o 5 modelos estándar. En una casa industrializada, la diseña a su medida. Otra diferencia es el grado de solidez y durabilidad de la vivienda industrializada frente a la prefabricada. En el caso de la industrializada, estamos hablando de paneles de hormigón armado, capaces de resistirlo todo y durar toda la vida”.
Vivienda industrializada en hormigón en Torrelodones, Madrid. Proyecto: La Casa de Hormigón
Foto: cortesía La Casa de Hormigón
¿Qué tipo de cliente se decanta por una vivienda en hormigón prefabricado?
“Suelen ser clientes que disponen de un terreno y llevan años soñando con una casa a su medida. No quieren una vivienda estándar en una promoción inmobiliaria, sino un hogar hecho a su gusto y con personalidad”.
«Solo se necesitan 3 operadores para completar la vivienda, frente a los 12 o 13 de una construcción tradicional»
Y si se dispone del terreno, ¿por qué alguien que quiera hacerse una casa debería plantearse una vivienda industrializada de hormigón?
“Por muchas razones. La primera es que el hormigón armado es un material robusto, sólido y duradero, capaz de resistir el paso del tiempo las inclemencias meteorológicas. La segunda es su versatilidad. Con nuestro sistema CV+H Precast, hacemos un diseño en 3D de la vivienda según los gustos y necesidades de cada cliente. Nuestras casas pueden ser grandes o pequeñas, con garaje, trastero, gimnasio, vestidor, piscina… No hay sueño que el hormigón no pueda hacer realidad. La tercera es su eficiencia energética. Los paneles de hormigón disponen de un aislamiento acústico y térmico que convierten la vivienda en un oasis de tranquilidad y confort. No solo aíslan del ruido exterior, sino que mantienen una temperatura constante tanto en invierno como en verano, lo que repercute muy positivamente en la factura energética. La cuarta es la sostenibilidad. Al realizar un diseño en 3D de la vivienda, fabricamos únicamente los paneles necesarios y con el tamaño requerido. Esto evita los residuos y la necesidad del almacenarlos. Además, como se construye en seco, se reduce el consumo de agua. Por último, este tipo de construcción contribuye a resolver el problema de la escasez de mano de obra que afecta al sector, ya que solo se necesitan 3 operadores para completar la vivienda, frente a los 12 o 13 de una construcción tradicional”.
Vivienda industrializada en hormigón en Las Lomas, Madrid. Proyecto: La Casa de Hormigón
Foto: cortesía La Casa de Hormigón
¿Cómo ha evolucionado la vivienda prefabricada en general en los últimos años?
“Ya digo que nosotros construimos viviendas industrializadas, pero el concepto que teníamos hace 15 años de una vivienda prefabricada no tiene nada que ver con el actual. Antes, se trataba de viviendas hechas a toda velocidad, algunas incluso móviles, construidas con materiales que dejaban mucho que desear. En la actualidad, son viviendas hechas para durar con materiales de alta calidad”.
¿Y cómo ves el futuro de la vivienda industrializada en los próximos 10 años?
“La construcción industrializada es el futuro. Quien no se suba ahora a este carro, pronto estará fuera del mercado. Hay que tener en cuenta que este tipo de construcción permite acelerar la edificación de viviendas y vivimos en un país en el que, según el Banco de España, faltan 600.000 viviendas. La aplicación de este sistema constructivo permitiría satisfacer esa demanda en un plazo relativamente corto de tiempo. De hecho, el PERTE que ha puesto en marcha el Gobierno tiene el objetivo de impulsar la vivienda industrializada por esa misma razón”.
Escaleras de hormigón en una vivienda de La Casa de Hormigón
Foto: cortesía La Casa de Hormigón
Destacas “la versatilidad del hormigón para crear elementos interiores de la vivienda y sus múltiples posibilidades para el diseño”. Concretamente, ¿hasta qué punto es posible personalizar el diseño y los acabados en una vivienda prefabricada de hormigón?
“Tanto como el cliente quiera. Hacemos el diseño 3D de la vivienda a partir de sus necesidades y deseos. El hormigón armado puede aplicarse a elementos interiores, como las escaleras, o exteriores, como la piscina. Además, es perfectamente combinable con acabados de otros materiales, como madera o vidrio”.
Precisamente la escalera es uno de esos elementos interiores que consiguen que un proyecto destaque, pero el hormigón es un material frío. ¿Por qué se debe elegir unas escaleras de hormigón frente a otras de un material más cálido?
“Por su durabilidad y su bajo mantenimiento. Una escalera de hormigón es para toda la vida. Está fabricada en un material sólido y robusto que se integra en la estructura de la casa y resiste el paso del tiempo. Su rendimiento es mejor que el de la cerámica o la madera: materiales más vulnerables que requieren mayor atención y mantenimiento”.
Salón de una vivienda en Cerdeda, Madrid, de La Casa de Hormigón
Foto: cortesía La Casa de Hormigón
Concretamente, ¿cuánto cuesta hacer una casa como las que hay en vuestra web en Torrelodones, Cerceda, Pinto o Miraflores?
“Es difícil dar un precio porque todas las casas son distintas y su coste varía en función del grado de personalización. Todas pueden incorporar paneles fotovoltaicos, pero una casa autosuficiente como la de Cerceda, por ejemplo, tiene el coste añadido de las baterías para el almacenamiento de la energía cuando no hay suministro de red. Lo que hay que tener claro es que no se trata de un tipo de construcción barata por el hecho de requerir menos tiempo. Los materiales que utilizamos en La Casa de Hormigón son de máxima calidad. Son casas construidas para durar toda la vida”.
¿Y de qué otras cosas depende que una casa pueda ser más o menos cara?
“Hay muchos factores que pueden incidir en el precio de la vivienda, como los metros cuadrados construidos o el grado de personalización que cada propietario quiera. Cuantos más metros y más elementos, más elevado será el coste. La cuestión es tener presente que una vivienda industrializada de hormigón es una excelente inversión desde el punto de vista de la comodidad, el confort, la sostenibilidad y el ahorro energético”.