Tanto la primera como la segunda entrega son producto de su tiempo, vistas con ojos de ahora quizá algo apolilladas. Sin embargo, esta Todos los lados de la cama innova en la saga y pone el objetivo sobre las mujeres, liberadas y divertidas. “No quedaba más remedio. No se puede estar ya solo al cargo de los conflictos masculinos. Hay que contar historias diferentes. De no ser así hubiera sido un poco escandaloso”, admite Castro con honestidad. “Las otras dos mostraban un universo más masculino. Quizá mi personaje, Carlota, no, pero un poco sí. Las mujeres éramos satélites y ahora no, eso es algo muy bueno que tiene la película”.
La pandilla juvenil en la que están Caraballo o Buxaderas, pero también Sergio Abelaira o Leire Aguiar, interpreta algunos de los números musicales más vistosos del filme, pero los mayores no se quedan atrás. Pilar Castro ha tenido que volver a cantar y bailar en pantalla. “Un pelín mal sí lo he pasado. Pero eso también es lo divertido de Todos los lados de la cama. El hecho de cantar provoca un sentimiento y una expresión que es lo bonito. No hay que ser cantante para hacerlo. Lánzate y disfruta. Hay algo sanador”, reconoce. “No me pilla de nuevas el cantar y bailar, pero no tengo la voz. Bailar puedo disimularlo más”, admite entre risas.
Lo cierto es que Pilar Castro, como es bien conocido, empezó precisamente bailando en televisión. Fue parte del cuerpo de baile de Aplauso, un programa musical que se emitió en TVE entre 1978 y 1983. “Yo estaba en el conservatorio, hicieron un casting para el cuerpo de baile infantil y me presenté. Recuerdo que era en la calle de la Ballesta. Me encontré con Giorgio Aresu y me cogió. Bailaba con Enrique y Ana, con Chanquete y, sí, ahí empecé”, recuerda la actriz. “Desde pequeña me entusiasmaba con las películas. Cantaba y bailaba encerrada en mi habitación. Mi padre me hacía mucho eso de enseñarme delante de los amigos, algo que pasaba antes”.
Y de aquel salón de la casa familiar a protagonizar una de las películas españolas del otoño. Todos los lados de la cama le da una vuelta al peso de los personajes femeninos en sus tramas, insistimos, pero también a la sexualidad tanto de hombres como mujeres que han pasado los 50 y siguen deseando. “Como la vida misma. Durante el rodaje sí se comentó que podía resultar muy fuerte, pero si nos parece así ahora, en estos tiempos, el sexo en personas maduras. ¿Dónde vamos a parar? Creo que está muy bien tratado en la película”, razona la actriz. “Cuando leí que Carlota era una persona que seguía teniendo su sexualidad me resultó interesante. Hay que mostrarlo porque es algo que está en el día a día”.