La hipertensión arterial en niños y adolescentes es un problema de salud pública a nivel global, aunque su prevalencia no ha sido bien establecida por diferentes motivos, en particular, por la dificultad que representa la valoración de la presencia de hipertensión, dado que la presión arterial en niños y adolescentes cambia en función de la edad y crecimiento.  

El estudio publicado en The Lancet Child & Adolescent Health analiza la prevalencia de hipertensión según medidas realizadas en la consulta o con medidas fuera de la consulta. En la primera, en un total de 443.914 niños y niñas, y edades hasta 19 años, pertenecientes a 21 países, la prevalencia media fue de 4,28 %, aumentando con la edad y con un pico máximo a los 14 años. Comparando las prevalencias entre el año 2000 y 2020, la prevalencia prácticamente se duplica, tanto en varones (pasando del 3,4 al 6,53 %) como en mujeres (del 3,025 al 5,82 %). Cuando se analizaron los estudios que diagnosticaron hipertensión utilizando ambos métodos —medida clínica y ambulatoria— fue cercana al 7 %.  

Los autores concluyen que la hipertensión pediátrica es un problema de salud pública, más prevalente en presencia de obesidad y sobrepeso, e inciden en la necesidad de armonizar los criterios y medios diagnósticos.