La jornada de este miércoles en la Kings League dejó tras de sí un rastro de disturbios que ha puesto en el punto de mira a los invitados de Lamine Yamal y la seguridad en la competición.

La derrota de La Capital CF, equipo que preside el futbolista del FC Barcelona, ante Porcinos FC trascendió lo deportivo para adentrarse en la violencia, el vandalismo y comportamientos inaceptables que han generado inquietud entre los asistentes y críticas generalizadas hacia el entorno del joven jugador.

Porcinos se impuso de manera contundente con un resultado de 11-3, sellando su clasificación para las semifinales y dejando fuera de la competición al equipo catalán. Más allá del marcador, aficionados del círculo de Lamine Yamal que recibieron entradas protagonizaron episodios violentos contra familias rivales y otros asistentes.

Lamine Yamal, en la Kings League

Los reportes de testigos documentan escenas de desorden generalizado en las gradas del Cupra Arena. Hubo empujones entre grupos de aficionados, actos de vandalismo contra las instalaciones del recinto y, especialmente grave, reportes de escupitajos dirigidos hacia familias de seguidores de Porcinos.

Estos comportamientos, atribuidos a personas cercanas al equipo de Lamine Yamal, revelan un deterioro del ambiente que debería ser fundamentalmente lúdico y familiar.

Uno de los episodios más visibles fue el enfrentamiento entre Moha, primo de Lamine Yamal y figura central en la gestión diaria de La Capital CF, y Guanyar, el conocido streamer que es parte de la estructura de Porcinos.

El incidente surgió en medio de la tensión que ya burbujeaba en las gradas, donde el ambiente se había vuelto cada vez más hostil. La confrontación entre Moha y Guanyar ejemplifica cómo la rivalidad entre los equipos se propagó más allá de los jugadores para involucrar a personajes del entorno directo y los aficionados que los acompañaban.

Semanas antes, en octubre, Lamine Yamal había realizado declaraciones en directo que fueron interpretadas como provocadoras hacia el equipo de Ibai Llanos. Además, en el partido de fase de grupos entre ambos conjuntos, Lamine celebró con un gesto que fue visto como burlón, sembrando así la semilla de una rivalidad que trascendería la cancha.

Lo preocupante es que la escalada de tensión se trasladó directamente a personas del círculo más íntimo del futbolista. Mohamed Abde, conocido como Moha, actúa como copresidente y mano derecha de Lamine en la gestión de La Capital CF, acompañando al jugador en la mayoría de sus actividades.

La Kings League, hasta ahora considerada una competición con menor riesgo de conflictividad que el fútbol profesional tradicional, se enfrenta ahora a interrogantes sobre su gestión de seguridad cuando equipos presididos por personalidades con fuerte influencia mediática generan dinámicas que atraen aficionados potencialmente problemáticos.

El formato de la competición, pensado para ser entretenimiento, ha chocado con la realidad de que incluso espacios ‘alternativos’ pueden reproducir las dinámicas más negativas del fútbol convencional.

Los hechos del miércoles plantean preguntas incómodas sobre la responsabilidad de los presidentes respecto al comportamiento de los aficionados que reciben entradas bajo su influencia y sobre la capacidad de la organización para mantener un entorno seguro y respetuoso para todas las familias asistentes.