Foto: Alberto Cano

Futuro medieval. Crim hacen uso de un oxímoron en el título de su nuevo disco para lanzar una advertencia tan clara como contundente: si seguimos así, el porvenir de la especie humana será oscuro, brutal y retrógrado.

El quinto LP de los tarraconenses es un puñetazo en la mesa, repleto de letras inteligentes e irónicas contra el egoísmo, el capitalismo que todo lo devora, la tecnología acaparadora, la especulación inmobiliaria y la hipocresía generalizada. A nivel musical, la mejor noticia es que no hay sobresaltos: Crim siguen sonando a Crim. La voz de Adri continúa omnipresente, incluso aún más desgarrada, los punteos de guitarra mantienen su puntería milimétrica y la base rítmica no concede ni un respiro.

Confieso que sentía cierto vértigo antes de ponerme Futur Medieval por primera vez. Cançons De Mort, su anterior disco de 2023, me sigue pareciendo un disco redondo, casi perfecto, y temía que las nuevas canciones no pudieran estar a la misma altura. Pero, sorpresa: puede que no lo supere, pero lo iguala. Y con el tiempo, estoy convencido de que Futur Medieval acabará ocupando el mismo pedestal que los mejores trabajos del grupo.

El disco arranca con dos truenos: ‘Ésser de Llum’ y ‘L’Aula dels Dofins’, tralla en vena. Luego llegan los dos adelantos: la canción titular y ‘Combats d’autoesgrima’, dos auténticos temazos que condensan todo lo que hace grande a Crim. ‘Res de Nou’ y ‘Festa d’una Persona’ pueden parecer menores en una primera escucha, pero crecen con el tiempo hasta instalarse en la cabeza. Después, llega el turno de ‘Carnets de Punk’, EL SINGLE (sí, con mayúsculas), que entra con unas brutales líneas de bajo y deja claro quién manda aquí.

Superado el ecuador, ‘Depressió Sota El Capó’ se impone como candidata a favorita del disco. Difícil escoger entre tanta inspiración, pero esta brilla con luz propia: tiene solos de guitarra, una estructura impecable y, con menos de dos minutos y veinte segundos, demuestra que no hace falta extenderse para dejar huella. Y cuando parece que el nivel no puede mantenerse, Crim responden con una ráfaga de temazos: ‘Nihilisme Pop’, ‘Si Jo No Fos Tan Idiota’, ‘Sota de Tot’ y ‘De Guix i de Ciment’. Sin palabras. Sin piedad.

El último golpe medieval llega con ‘Presó Mental’, versión de Kitsch, banda catalana de post punk surgida en Banyoles a finales de los 80 totalmente de culto. Al dejarla para el final, lo último que escuchamos de Adri es ese grito de resistencia: «No hi ha pitjor tortura que pensar!». En la Edad Media, pensar era motivo de tortura; hoy, parece que volvemos a lo mismo, con quienes imponen su criterio a golpe de fuerza bruta. Mierda de futuro medieval. Pero qué gran disco.

JORDIAN FO