La reflexión de David Trueba sobre las películas de superhéroes y el fascismo no es nueva, pero el director de cine y escritor, que acaba de estrenar en los cines la película Siempre es invierno, la ha recordado en su reciente entrevista con María Guerra en el pódcast La Script.
«Somos escritores, cineastas, y no podemos caer en el error de tomar por válida cualquier cosa que es como costumbre, rutina o fórmula cinematográfica. Yo fui el primero, bueno, uno de los primeros, que alzó la voz y dijo: ‘no se pueden hacer películas de superhéroes constantemente porque incitan al fascismo’. Hubo gente que me dijo: ‘hombre, David, yo soy muy fan de Superman, de los primeros Supermanes’, pero los originales eran muy conscientes de que podían incitar al fascismo», aseguró el cineasta.
«El fascismo no es ideológico. Hay fascismo de izquierdas y de derechas, que es un error también habitual. Son tan fascistas Stalin y Lenin como Hitler. Es lo mismo, y la gente no debe tener miedo en decirlo, partamos de esa base. Pero, dicho eso, el fascismo son respuestas de soberbia individualista sobre problemas colectivos», continuó David Trueba, que puso un ejemplo.
«Lo que no puede ser es que la inseguridad de una ciudad, Gotham, la resuelva un señor (Batman) dando puñetazos, él solo, erigido en autoridad letal. La respuesta debe ser colectiva. La respuesta debe ser de una sociedad que expulsa el mal de su sociedad. Por ejemplo, la respuesta al narcotráfico no puede ser que indiscriminadamente tú bombardees lanchas sin preguntar y sin detener a la gente y sin darles permiso a decir quién soy (…). En esas lanchas puede que haya gente extorsionada, obligada a transportar esa droga, y tú la estás matando indiscriminadamente. Eso es fascismo y eso viene directamente relacionado con los superhéroes».
«Marvel ha hecho ediciones, sagas, eras, y llevamos 20 años así. Y además son fans muy enfadados por que se hagan interpretaciones de sus superhéroes», comentó en ese punto María Guerra.
«Creo que debemos hacer un cine que contribuya a la convivencia, a la humanidad, al humanismo. Evidentemente no voy a ser quién para decir que si le ofrecen… De hecho, si a mí me ofrecen Supermán, no sé ya si es V, VI, XII, seguramente diría que sí porque me haría ilusión decir a mis familiares y amigos: ‘por fin he hecho una película con dinero, con medios, y no sufriendo’. Pero al mismo tiempo la haría distinta a como la hacen, la haría más afilada. Los primeros Supermanes eran estupendos, divertidos», aseguró el cineasta.