Sorpresa mayúscula hoy en el Congreso de los Diputados, que ha aprobado el texto definitivo de la Ley de Movilidad Sostenible… sin incluir uno de los elementos que se daban por descontado.

El texto, aprobado esta tarde por la Cámara Baja, ha eliminado la disposición adicional 15 que permitía a la DGT iniciar el estudio para modificar el actual sistema de etiquetas medioambientales de nuestros vehiculos.

Las etiquetas de la DGT no se tocan

La decisión se ha justificado en base a evitar confundir más a los compradores de coches, que ya tienen bastante complicado elegir entre las diferentes tecnologías existentes y que, de cambiarse el sistema de etiquetado, se habría introducido un factor más de incertidumbre (dado que el plazo para desarrollar el nuevo sistema es de doce meses… y probablemente podría haber ralentizado el mercado). Y eso pese a que cualquier cambio en el etiquetado medioambiental de los vehículos no habría podido tener efectos retroactivos.

El sistema de etiquetado de la DGT no se cambiará.

El sistema de etiquetado de la DGT no se cambiará.DGT

«En el plazo de 12 meses desde la entrada en vigor de esta ley, el Gobierno presentará un estudio que analizará la necesidad de actualizar las etiquetas medioambientales de la Dirección General de Tráfico, teniendo en cuenta la evolución tecnológica de los vehículos, para solventar las deficiencias detectadas en materia de contaminantes e incluir las emisiones de CO₂ como criterio adicional«. Este es el texto llave que la DGT estaba esperando (como había expresado en varias ocasiones su director) para iniciar un cambio que siempre ha considerado necesario y que, finalmente, no ha sido incluido en el articulado.

Para la DGT, el sistema actual estaba «obsoleto» y, de hecho, tenía aspectos bastante polémicos, dado que premiaba posiblemente en exceso tecnologías que no aportaban grandes ganancias medioambientales (como la microhibridación) o que enmascaraba las emisiones de algunos modelos de gran potencia. 

Así es el actual sistema de etiquetas de la DGT

  • Etiqueta CERO (color azul): Se le otorga a vehículos eléctricos puros, eléctricos de autonomía extendida, híbridos enchufables con autonomía mínima de 40 kilómetros y a los vehículos de pila de combustible de hidrógeno.
  • Etiqueta ECO (verde y azul): Son acreedores de ella los coches híbridos enchufables con autonomía menor a 40 kilómetros, los híbridos convencionales (no enchufables) y los propulsados por gas natural (GNC y GNL) o gas licuado de petróleo (GLP).
  • Etiqueta C (verde): Corresponde a los turismos y furgonetas ligeras de gasolina matriculadas a partir de enero de 2006 y los diésel a partir de 2014, así como a los vehículos de más de 8 plazas y pesados matriculados a partir de 2014.
  • Etiqueta B (amarilla): Identifica a los turismos y furgonetas ligeras de gasolina matriculadas a partir de enero del año 2000 y diésel a partir de enero de 2006, así como a los vehículos de más de 8 plazas y pesados matriculados a partir de 2005 .
  • ‘Etiqueta A’ (sin distintivo): Los vehículos más contaminantes, que no cumplen con los requisitos para ninguna de estas etiquetas, no reciben distintivo ambiental y son los que ya encuentran más restricciones a su uso, especialmente en las grandes ciudades.

Ahora habrá que ver el camino que toma el Ejecutivo para buscar una nueva vía para la modificación que, en cualquier caso, ya no podrá hacerse con el marco legal de la Ley de Movilidad Sostenible

Tres años de proceso

Con la aprobación definitiva de esta norma se desbloquea una normativa que lleva tres años en discusión y que el Gobierno quería sacar adelante antes de final de año para desbloquear un paquete de 10.000 millones de euros de los fondos europeos.