El fabricante de trenes Talgo sigue dando síntomas de flaqueza al cierre del tercer trimestre entre impactos por la rebaja del pedido de trenes de Deutsche Bahn (se negocia bajar de 79 a 60 unidades de los ICE L) o la resolución del litigio con la estadounidense LACMTA, con un efecto negativo de unos siete millones. El resultado bruto de explotación es de 3,3 millones en rojo al cierre de septiembre, lo que compara con los 57,7 millones que Talgo tenía en positivo un año atrás. Los ingresos de la firma industrial caen un 11%, hasta los 443 millones de euros. En la presentación remitida a la CNMV se elude ofrecer el resultado neto.

Desde Talgo se argumenta que sin las adversidades en Alemania y EE UU, los ingresos en el periodo habrían sido de 480,6 millones de euros y el ebitda habría ascendido a 36,6 millones.

La presentación de resultados a septiembre abunda en las dificultades que atraviesa el fabricante en puertas del cambio al frente del accionariado, con la toma de un 29,7%, ahora en manos de la instrumental Pegaso, por parte del consorcio vasco que lideran el empresario José Antonio Jainaga (Sidenor) y el fondo público Finkatuz. El paquete ha sido valorado en 156 millones (4,25 euros por acción).

Dentro del plan de refuerzo de Talgo está previsto el aterrizaje de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), que tomará un 7,88% del capital una vez que aporte 75 millones, cifra que será igualada por los inversores vascos. Todo ello se articulará a través de una ampliación de capital de 10,5 millones de acciones (45 millones de euros) y con la emisión de dos bonos convertibles, por 30 millones (para la SEPI) y 75 millones de euros (Jainaga y sus socios), repectivamente. Con la pública SEPI dentro, los inversores vascos bajarán al 27,4%.

Todo ello está supeditado a que Talgo saque adelante en la junta extraordinaria del 12 de diciembre un plan de financiación por 770 millones acordado con bancos y que se divide en dos tramos. El primero es de 650 millones y está garantizado en parte por Cesce, mientras que el segundo, una línea de crédito, tiene un peso de 120 millones. La pública Cesce también se dispone a aportar oxígeno para que Talgo compita por contratos con avales por 500 millones.

La compañía mantiene las previsiones para el ejercicio, con unos ingresos de 560 a 590 millones (serían de 600 millones excluyendo el efecto de DB), y un ebitda de cero euros (de 40 a 50 millones antes de los referidos impactos). La deuda financiera neta debería situarse entre los 350 y los 400 millones de euros, mientras que se esperan adjudicaciones por un total de 2.300 millones.

Talgo recuerda que está a la espera de formalizar contratos adicionales antes de que termine el año. En la nueva cartera destaca el pedido de la germana Flix el pasado mes de mayo, con 65 trenes de alta velocidad de la plataforma Talgo 230 por 2.400 millones de euros. Está comprometido un primer paquete de 30 unidades valorado en 1.060 millones de euros. La reserva de pedidos del fabricante español asciende a 4.813 millones de euros, y debería superar los 7.000 millones una vez se cumplan las condiciones para sumar los contratos ya adjudicados. La dirección dice trabajar en oportunidades por otros 16.900 millones de euros.

Pese a unos resultados en rojo, Talgo dice tener buenas expectativas por el momento efervescente que se vive en el sector ferroviario. “A la entrada de operadores privados en Europa con un mercado ferroviario liberalizado, y la fuerte demanda en Oriente Medio y el Norte de África, se suma la apuesta por la transición energética en el marco de la lucha contra la emergencia climática y la nueva perspectiva de la Comisión Europea para la creación de una red ferroviaria paneuropea de alta velocidad”, expone en un comunicado.

La compañía confía en un aumento de la demanda de trenes de larga distancia y en que sus plataformas de alta velocidad Talgo Avril y e Intercity Talgo 230 se conviertan en “un referente gracias a su tecnología exclusiva que permite reducir la huella de carbono y mejorar la interoperabilidad en las conexiones internacionales”.