El último 7 de agosto, Tommy Fleetwood era un reputado golfista, con un afinado sentido del humor, un buen compañero para los torneos por equipos, y un especialista en el juego de los segundos golpes, con los hierros. Figuraba en el decimoquinto puesto del adelgazado ránking mundial, donde no están catalogados, como se merecen, algunas de las estrellas del LIV Golf, lo que quita foco fuera del top 5 en definitiva.
Sólo tres meses después, Fleetwood se puede catalogar como el jugador más en forma del momento. Fue el mejor de los 24 implicados en la Ryder Cup, ha ganado la FedEX Cup, el desenlace del PGA Tour, después de ganar en Atlanta. Al otro lado del Atlántico se llevó el Abierto de India, ha sido segundo la semana pasada en Abu Dhabi. Y cosechó un tercer y un cuarto puesto en el St Jude Championship y el BMW, las dos paradas previas a la final del circuito americano. Ahora es el número 4 del mundo y va camino de acabar el año sólo por detrás de Scottie Scheffler y Rory`McIlroy. (Resultados)
En estos 100 días -excluidas las prestaciones en Behtpage- ha jugado 28 rondas en 114 bajo par, a más de cuatro birdies de media por vuelta. Los últimos siete los despachó en la primera ronda del DP World Tour Championship, que se celebra en Dubái y que echa el cierre al circuito que bautiza la petrolera -contrato renovado hasta ¡2035!-, el European Tour de toda la vida. El inglés, sin errores, firmó 65 golpes y es segundo a uno del estadounidense Michael Kim.

Fleetwood, en la primera ronda
«No creo que fuese tan fácil», expuso después hablando con los periodistas. «Hubo tiros en los segundos nueve hoyos verdaderamente exigentes, pero me sentí bien», dijo el inglés que tiene una academia en Dubái, donde reside buena parte del año. «La verdad es que llevo una racha muy buena. He mejorado física y mentalmente. Ojalá no sea una racha, sino que mi nivel ha crecido».
Fleetwood sólo se vio superado por Kim, que dio un recital con los hierros. Al menos 10 putts fueron desde menos de tres metros, lo que da idea de cómo jugó el golfista que nació en Seúl, pero que creció en San Diego cuando emigraron sus padres.
Ayora se complica el sueño
Entre los españoles, Ángel Ayora, Jorge Campillo y Nacho Elvira acabaron con 70 golpes. El de Guadiaro, en su primera temporada en el circuito, sueña con lograr una de las 10 tarjetas que dan acceso al PGA Tour la próxima temporada. Para ello necesita un resultado sobresaliente en el Jumeirah Golf Estates. Su vuelta se vio salpicada por dos bogeys. Sobre todo doloroso fue el 14, el par 5 más difícil del campo, donde no cogió green hasta dar el cuarto golpe.
Mientras, Rory Mcilroy, que pelea por conseguir el domingo la séptima Orden de Mérito y quedarse a una del tope histórico de Colin Montgomerie, dio el primer paso hacia el objetivo. Entregó una tarjeta de 66 golpes, con siete birdies -hizo tres en los tres primeros hoyos- y un bogey. Marco Penge, su rival, acabó en 74, en el sótano de la clasificación. Lo tiene más que hecho el norirlandés en un año irrepetible: completó el Grand Slam con la victoria en el Masters de Augusta y se hizo inmortal con la creación de un trofeo que lleva su nombre.