«No sé si ha sido el mejor presidente, pero está siendo el mejor expresidente», comenta José Luis Ayllón, quien fuera director de gabinete de Mariano Rajoy, en La última llamada, el documental de Movistar Plus+ que repasa la trayectoria de los expresidentes. Y sí, Rajoy abandonó la política y La Moncloa en 2018 muy tranquilo sabiendo que su vida continuaba como registrador de la propiedad con mayor sueldo y menos preocupaciones. A sus 70 años siente el cariño de la calle. Le piden fotos cuando sale a cenar a un restaurante o mientras hace el Camino de Santiago con su hijo. Esta noche se sienta por cuarta vez en El Hormiguero para presentar su nuevo libro El arte de gobernar. Secretos y fundamentos humanos de la sabiduría política. Por supuesto, no faltará su fino análisis de la actualidad política y sus respuestas a la gallega.

Como bien apunta su exasesor Andrés Medina, Rajoy rezuma «una autenticidad contrastada», que consiste en que podía equivocarse, caminar de una manera muy particular, decir frases imposibles y aun así la gente le seguía queriendo porque «los españoles podían abrazar sus imperfecciones». Sus famosas frases «cuanto peor, mejor para todos» o la confusa «Es el vecino el que elige al alcalde y es el alcalde el que quiere que sean los vecinos el alcalde» marcaron un estilo particular que acabaron acercándole a la ciudadanía. Y no solo sus discursos, sino esas peculiares caminatas a paso muy ligero de las que también hizo un sello personal.

Mariano Rajoy y su mujer Elvira FernandezGTRES

«Caminar es bueno desde el punto de vista físico, pero sobre todo mental», asegura Rajoy en el documental. Su equipo recuerda anécdotas como la de aquel día de lluvia en el que alguien llegaba tarde y él suelta «Ramos, yo ya he andado», dejando claro que para él era una cuestión de disciplina férrea. Ahora mantiene esa rutina y sale a caminar temprano durante 8 kilómetros y luego continúa con un entrenador personal en casa. «Psíquicamente sienta bien, está uno de mejor humor, está más optimista, es positivo, no es un plasta», declara.

Sus días transcurren con calma en su chalet dúplex de Aravaca, donde reside junto a su mujer Viri Fernández. Tarda apenas 25 minutos en coche en desplazarse a su puesto de trabajo, en el Registro Mercantil de Madrid. Por las mañanas va a la oficina y por la tarde, a veces se deja caer por alguna conferencia. Le gusta almorzar con amigos y es habitual verlo en la terraza de El Paraguas, en la calle Jorge Juan.

Rajoy tiene una relación excelente con sus dos hijos; Mariano, de 26 años, quien trabaja en el equipo de Desarrollo de Negocios Fintech de Visa; y Juan, de 20, quien comenzó a estudiar Administración de Empresas en 2023. Sí puede decirse que en su faceta de expresidente siempre será mucho más querido que su sucesor.