El respaldo del letrado de la UE a la Ley de Amnistía impulsada por el Gobierno de Pedro Sánchez, a instancias de Junts, «no cambia nada» en la relación de los separatistas con el PSOE. Así lo dicen a ABC dirigentes de … la formación, aunque dicho pronunciamiento allana mucho el retorno del expresidente de la Generalitat a España, ya que las tesis del abogado comunitario son habitualmente recogidas casi en su totalidad en las sentencias del TJUE, que en este caso se espera que llegue antes de acabar el año. Fuentes de Junts lamentan que lo ocurrido ayer en Luxemburgo evidencia que «se ha tratado de dilatar la aplicación de la ley de forma injusta e ilegal» como, indican, ellos venían avisando.
Los de Carles Puigdemont insisten en que la ruptura con los socialistas anunciada hace dos semanas, materializada la semana pasada con la enmienda a la totalidad a todas las leyes en curso impulsadas por el Ejecutivo, «no tiene marcha atrás, es real y definitiva». Un mensaje que choca con lo que vienen trasladando desde Moncloa en los últimos días, que creen que los casi dos meses sin pleno en el Congreso servirán para reconducir la situación«. »Van muy equivocados«, señalan fuentes de Junts, tras desentenderse de la Ley de Movilidad sostenible con una abstención al cierre de las nucleares que permitió al Gobierno salir victorioso de una votación que horas antes de producirse daban por perdida.
En las filas postconvergentes hay satisfacción con el pronunciamiento de Dean Spielmann, pero más por el espaldarazo a la estrategia jurídica defendida casi en solitario por Junts y liderada por Gonzalo Boye que por los efectos tangibles que vaya a tener para sus intereses. En el entorno de Carles Puigdemont hace meses que dan por amortizada la amnistía en su cuenta particular con el PSOE y defienden que al Tribunal Constitucional «no le queda otra que declarar la constitucionalidad de la norma y dar cobertura al president [Puigdemont]». «Imagínate que ahora Pumpido dijera que no es constitucional, el principal damnificado políticamente sería Pedro Sánchez» aseveran. Los separatistas utilizan esta argumentación para ejemplificar que «la amnistía está ya en un punto de no retorno». «Nadie se va a atrever a tumbarla», apostillan.
Puigdemont da oxígeno al Gobierno
La abstención de los siete diputados de Junts impidió que prosperara este jueves la maniobra realizada por el PP en el Senado para incluir en la Ley de Movilidad Sostenible la suspensión del calendario de cierre de la central nuclear de Almaraz. Antes de la votación los dos partidos en el Gobierno, tanto PSOE como Sumar, daban por hecho que la enmienda saldría adelante y el Ministerio de Transición Ecológica incluso había convocado un briefing informativo para explicar lo que ya se habían encargado de deslizar desde el Gobierno: que la enmienda de los populares no cambiaba nada y que el plan con Almaraz continuaba siendo el mismo. El renuncio de Junts, que hace unos días anunció su rechazo a todas las leyes impulsadas por el Ejecutivo, cogió a todo el arco parlamentario con el pie cambiado. El Ministerio de Sara Aagesen mostraba a los pocos minutos del suceso su satisfacción «porque no haya salido una enmienda que solo generaba ruido político».
La enmienda en cuestión aspiraba a suspender la hoja de ruta actual que plantea el apagado del primer reactor de Almaraz en 2027 y el del segundo reactor en 2028. Una situación que ha generado una tremenda refriega política y empresarial sobre todo a raíz del apagón del pasado 28 de abril, ya que se ha vinculado por parte del PP y de algunos sectores del sector energética la seguridad del suministro con el mantenimiento de la actual potencial de generación de la energía nuclear. Por otra parte, estaba el problema político y social que planteaba el potencial cierre de una central que actúa de sostén económico de una comarca entera ante la convocatoria de elecciones en Extremadura
La decisión de Junts ha resultado sorprendente también porque la enmienda de los populares no solo abría la puerta a la extensión de la vida útil de Almaraz sino también a la de las centrales de Cofrentes y Ascó, que en el caso de esta última los nacionalistas también están a favor de mantener. La portavoz de Junts, Míriam Nogueras, explicó a la salida del hemicicloque la enmienda de los populares estaba mal planteada y que si la hubieran negociado con ellos el resultado habría sido distinto. «Hemos votado abstención y no en contra porque si votas que no estás negando el problema, y sí hay un problema». Nogueras sostuvo que «en cualquier caso el PP no va a solucionar el problema de Cataluña, lo tenemos que solucionar los catalanes, empezando por el PSC que es el primer partido de Cataluña».
El portavoz económico del Grupo Popular en el Congreso, Juan Bravo, fue el encargado de encajar el inesperado golpe propinado por la formación que lidera Míriam Nogueras en la Cámara Baja. «Hoy había una decisión importante que tomar sobre las centrales nucleares, es sorprendente ver a los partidos independentistas abstenerse o votar en contra de las nucleares, estando ahí Ascó su decisión tendrán que explicarla», señaló. «Sobre todo sorprende mucho ver a diputados socialistas de Extremadura votar a favor del cierre de las nucleares», prosiguió Bravo, para sentenciar que «entiendo que tendrán dificultades para explicárselo al conjunto de los extremeños, que tienen que saber que sus diputados socialistas han votado a favor del cierre de Almaraz».