Pocas veces una película despierta un debate social como el provocado por ‘Los domingos’. Estrenado el pasado 24 de octubre, el tercer largometraje de Alauda … Ruiz de Azúa sigue manteniéndose en los puestos más altos de la taquilla (supera los 400.000 espectadores y va camino de los 3 millones de euros). Generando conversaciones. Los espectadores creyentes agradecen el respeto con el que se aborda la llamada de la fe que siente la protagonista, una chica bilbaína de 17 años que provoca un terremoto familiar al anunciar que quiere hacerse monja. Los ateos y los anticlericales se identifican con el personaje de la tía, que se desespera porque su sobrina quiere encerrarse en vida en un convento.

Todos coinciden en alabar un elemento del filme, Concha de Oro en el Festival de San Sebastián: la música. Ainara (Blanca Soroa) canta en un coro junto a sus compañeros del colegio, de ahí que la banda sonora sea música coral y en especial dos versiones que los espectadores salen tarareando: ‘Into My Arms’, de Nick Cave and the Bad Seeds, y ‘Aitormena’, de Hertzainak. Dos piezas que impregnan de emoción la pantalla en la voz de chavales y que se deben a David Cerrejón, un músico madrileño que, tras veinte años como mano derecha de Alberto Iglesias, debuta como compositor y firma en los créditos su primera banda sonora a los 48 años.
Tráiler de ‘Los domingos’.
Cerrejón tiene una formación clásica. Estudió cuatro especialidades en el Conservatorio de Madrid: piano, composición, dirección de orquesta y pedagogía musical. Se empapó de jazz por su cuenta y fue pianista en big bands hasta que un profesor le puso en contacto con Alberto Iglesias, que buscaba un colaborador. «Me quedé de piedra, porque le admiraba muchísimo», recuerda. «Empecé a trabajar con él y hasta ahora». La primera banda sonora en la que participó fue la de ‘Cometas en el cielo’, que le valió al compositor donostiarra su segunda nominación al Oscar. Después llegaron las dos películas sobre el Che Guevara de Steven Soderbergh, ‘También la lluvia’, de Icíar Bollaín, ‘El topo’, de Tomas Alfredson, ‘Exodus: Dioses y reyes’, de Ridley Scott…
Sin embargo, el grueso de su filmografía tiene un protagonista: Pedro Almodóvar. Cerrejón ha trabajado en todas las bandas sonoras que Iglesias ha firmado para el manchego desde ‘Los abrazos rotos’: ‘La piel que habito’, ‘Los amantes pasajeros’, ‘Dolor y gloria’, ‘La habitación de al lado’… La próxima semana viajará a los míticos estudios Abbey Road de Londres para grabar la música de ‘Amarga Navidad’, que se estrena el 20 de marzo.
Ya ha visto la película, claro, pero no puede soltar prenda: «Solo puedo decir que es preciosa y que Alberto ha hecho un trabajo finísimo. Le sigo admirando como músico después de veinte años. Pero es que como persona es un amor: sensible, tranquilo, respetuoso, empático…», alaba el músico. Iglesias escribe la partitura y Cerrejón interviene en el largo y complejo proceso para que esas notas acaben acompañando a las imágenes. «Solemos tener solo dos o tres meses, como mucho, para hacer una banda sonora», explica. «Estoy en su estudio todos los días del año, haya película o no».

La actriz getxotarra Blanca Soroa (en el centro en una escena del filme) canta en un coro en la vida real.

La orquestación y producción de las grabaciones se realiza en Londres. Hay que contratar a los músicos, optimizar la sesiones en Abbey Road o AIR Studios… «Suelen ser cinco o seis días intensos de grabación, nueve horas diarias. Cada hora cuesta mucho dinero», remarca. Los solistas y el concertino suelen ser casi siempre los mismos, reputados músicos de estudio. «En Londres hay toda una industria de la banda sonora, muchas películas americanas graban su música allí», descubre. «Los estudios funcionan todos los días de la semana de ocho de la mañana a dos de la madrugada». Solo las vacas sagradas, como John Williams, pueden permitirse el lujo de grabar con toda una orquesta, como la Sinfónica de Londres. «El 90% de las bandas sonoras se graba con músicos de sesión», informa Cerrejón.
Quevedo y Bizarrap
Una peculiaridad de la música de ‘Los domingos’ es que tuvo que estar lista antes del rodaje. El productor Manu Calvo le propuso los arreglos para dos temas que iban a interpretar un coro de jóvenes. «Había visto ‘Cinco lobitos’ y la serie ‘Querer’ y me habían alucinado. Alauda lo tenía todo en la cabeza ya en el guion». A Cerrejón le pidió una pieza clásica y este le sugirió el ‘Ave Verum’, de Mozart. Después había que seleccionar dos temas modernos de una lista elaborada por la ‘music editor’, Carmen Rodríguez, que se encarga de licenciar y pedir los permisos a las editoriales y discográficas. Al inicio del filme, los chicos escuchan un tema de Quevedo y Bizarrap, pero cuando están bailando en la discoteca, de modo extradiegético, el espectador solo oye música sacra. David Cerrejón tuvo para elegir «entre veinte temazos», como el ‘Aleluya’, de Leonard Cohen, «pero no todos se prestaban para arreglos de piano y coros».
La letra de ‘Into My Arms’ arranca: «No creo en un Dios intervencionista, pero sé, cariño, que tú sí». Cerrejón admite que la primera vez que lo escuchó se quedó «alucinado». Alauda Ruiz de Azúa también lo tuvo claro. «Me da un poco de vergüenza admitir que no conocía el tema. Tampoco ‘Aitormena’, del que hay varias versiones. Está la balada rock que Hertzainak tocaba en los conciertos y la versión con cuarteto de cuerda que sacaron a comienzos de los 90. Y esa me enamoró, me agarré a ella. No sé euskera, así que lo primero que hice fue traducir la letra. Y supe que iba a funcionar».

Blanca Soroa en una escena de ‘Los domingos’.

Cantaba Hertzainak: «Nos hemos vuelto esclavos de la rutina, cariño, liberémonos cuanto antes». Hay quien dice que ‘Aitormena’ fue compuesta como despedida porque la banda planteaba la separación. La composición de Josu Zabala supuso el balón de oxígeno que alargó su vida varios años más. Cuando suena en ‘Los domingos’, con Ainara pasando de la algorteña iglesia del Redentor al convento, un escalofrío asalta al público.
La banda sonora de la cinta –siete canciones, 25 minutos– está disponible en plataformas como Spotify y Apple Music. Como curiosidad, la actriz getxotarra Blanca Soro también canta, ya que forma parte de un coro en la vida real. «Vaya que si canta. La cría es un portento, se definía como música y actriz», piropea Cerrejón. Izaskun Kintana dirigió los ensayos y la grabación del coro en Bilbao. El pianista Gorka Aguinaga también formó parte del equipo. No habrá disco físico, porque, como explica su autor, «ya no se venden». «Los de Alberto Iglesias se editan, pero como un asunto nostálgico con tiradas de 500 o 800 cedés, aunque ahora se venden más los vinilos».
Para el músico, el éxito de ‘Los domingos’ reside «en que puedes empatizar con las dos posturas: qué pasa por la cabeza de la niña –la más difícil de entender– y de la tía. Es de un realismo sobrecogedor. Oyes hablar a Alauda y dice las cosas con tanta asertividad, inteligencia y prudencia…». ¿Es ‘Los domingos’ el inicio de una carrera como compositor? «Nunca se sabe. Mi trabajo está con Alberto, pero hay huecos entre película y película».