Después de años de silencio en las ondas, Artajona vuelve a tener su radio. Y es que el pasado 3 de noviembre comenzó a emitir oficialmente Radio Zokoto (107.8 FM), una emisora comunitaria que recoge el testigo de aquella antigua radio local que durante años acompañó al pueblo en sus momentos más cotidianos. Detrás de este regreso están Esther Vital, artajonesa, y Giuliano Contti, brasileño afincado en el municipio desde hace cuatro años. Ambos, con 17 años de trayectoria conjunta en el ámbito audiovisual, lideran un proyecto que une comunicación, formación y comunidad. “Ya existía una emisora en Artajona y la intención era rescatarla porque mucha gente la echaba de menos”. La oportunidad llegó a través de los Premios Innova Rural, impulsados por Fundación “la Caixa” y Fundación Caja Navarra”, cuando la pareja presentó una iniciativa que combinaba la creación de una radio comunitaria y un laboratorio audiovisual, bajo el nombre de Artajona LAB. Y ganó.
Radio Zokoto se concibe como un espacio abierto a la participación. “De nada servía que viniésemos nosotros, como profesionales externos, a crear una radio comunitaria si no había un proceso de apropiación social. Necesitábamos que hubiera gente dispuesta a participar, a locutar, a crear contenido. Nuestro papel es proporcionar los medios para que el pueblo tenga su voz, no ser la voz del pueblo”. En ese sentido, durante el último año, los impulsores han realizado reuniones y talleres para formar un grupo motor. En total, unas treinta personas han participado en la puesta en marcha. Entre ellas, Ione Vélez, vecina y voluntaria, que colabora en la traducción de contenidos al euskera y en la producción. “La acogida del pueblo ha sido enorme”, asegura. “Artajona tiene mucho movimiento cultural, pero a veces te pierdes cosas porque no te enteras. La radio ayuda a estar al día y a elegir cómo participar”.
Programación y contenidos
Radio Zokoto emite de domingo a jueves, de 18:00 a 21:00 horas, en el 107.8 FM, además de en streaming a través de internet y redes sociales. La programación se repite por la mañana. Aunque la cobertura terrestre se limita al municipio, puede escucharse desde cualquier lugar online y próximamente a través de su web. Cada jornada comienza con el tradicional bando municipal, seguido de espacios culturales, deportivos o infantiles. “Siempre empezamos con el bando y terminamos con un cuenta cuentos”, explica Giuliano. “Entre medio tenemos la agenda cultural, resúmenes deportivos, entrevistas, podcasts y contenidos locales. Tenemos otra sección donde se difunden actuaciones culturales grabadas en el Espacio Escénico del municipio. La idea es ir sumando nuevos programas según la gente se anime a producir”.
Además de su valor simbólico, la emisora también cumple una función social: ser un canal de comunicación útil para la comunidad. “Queremos retransmitir los bandos que se dan por megafonía durante el día, para que la gente que trabaja pueda escucharlos por la tarde”, explican. “Los domingos por ejemplo emitimos la misa, pensando en las personas mayores o en quienes no pueden acudir”.
Aunque el equipo tiene grabados los programas para los próximos tres meses, ya piensa en nuevas colaboraciones. Con la Gazte Asanblada por ejemplo planean un programa conjunto; y con la APYMA del colegio tienen pensado lanzar una serie sobre el uso responsable de pantallas en la infancia. “Hay muchos padres preocupados por cómo el móvil llega a edades tempranas”, sostienen. “Queremos abrir espacios de debate e información sobre esos temas que interesan a la comunidad”.
Desde lo local
El proyecto incluye también un componente formativo a través de Artajona LAB, un laboratorio audiovisual orientado a la alfabetización mediática. “Queremos traer al mundo rural lo que muchas veces solo se hace en las ciudades: enseñar a leer y escribir en el lenguaje audiovisual”, explican. “Hoy consumimos casi toda la información a través de los medios, pero no sabemos cómo se construye. Entender esos procesos te coloca en un lugar desde el que puedes producir tu propio contenido”. El laboratorio ofrecerá talleres de animación Stop Motion, una técnica que combina lo manual con lo digital y que, según Esther, “permite a niños y adultos comprender el proceso de producción audiovisual de forma práctica”. La idea es que Artajona LAB sea un espacio donde se pueda “crear, experimentar y compartir historias desde lo local”.