El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha pedido este viernes al pueblo estadounidense que pare «la mano enloquecida de quien ordena bombardear», en un contexto en el que denuncia como amenaza el despliegue militar de Estados Unidos en el mar Caribe.
«Es al pueblo de los Estados Unidos a quien me dirijo en este momento: paren la mano enloquecida de quien ordena bombardear, matar y llevar una guerra a Sudamérica, al Caribe. Detengan la guerra, no a la guerra«, ha dicho Maduro en un encuentro de juristas, reunidos en Caracas contra el despliegue militar en el Caribe.
«¿Queremos otra Gaza ahora en Suramérica? ¿Qué dice el pueblo de Estados Unidos? (…) Déjenme decirles que no. Aquí triunfará la paz», ha afirmado Maduro.
La víspera, el secretario de Guerra de Estados Unidos, Pete Hegseth, anunció la operación militar Southern Spear (Lanza del sur) que está relacionada con la lucha de Washington contra el narcotráfico originado en Latinoamérica y que se presenta en un momento marcado por la creciente presión del Gobierno de Trump sobre Venezuela.
Sin aludir a esta operación, Maduro ha asegurado que Venezuela está en la «lucha por la paz y la soberanía» y espera que se establezca un plan de acción junto a juristas del mundo para «proceder al conjunto de demandas y acciones internacionales en defensa al derecho a la paz de Venezuela» y Suramérica.
Trump debate sobre Venezuela con el Pentágono
Mientras, el presidente estadounidense, Donald Trump, ha mantenido este viernes en la Casa Blanca reuniones sobre Venezuela con altos cargos del Pentágono, en las que se han debatido una «variedad de opciones» sobre posibles acciones militares, según una exclusiva del Washington Post.
El secretario de Defensa y el jefe del Estado Mayor, Dan Caine, han acudido por segundo día consecutivo a la Casa Blanca, mientras que un alto funcionario de la Administración ha explicado que el mandatario recibió «una serie de opciones» y mantiene una “ambigüedad estratégica” sobre sus futuras acciones.
Fuentes consultadas por el diario afirman que algunas fuerzas estadounidenses desplazadas en la región “se preparan para posibles órdenes de ataque«.
Otro funcionario citado ha asegurado que Washington está «muy al tanto de lo que sucede en Venezuela, de las conversaciones entre allegados de Maduro y los altos mandos de su régimen», y ha advertido que el presidente venezolano «está muy asustado y con razón», dada la gama de opciones «perjudiciales» que tiene Trump sobre la mesa.
Desde agosto, Estados Unidos ha reforzado significativamente su presencia militar en el sur del Caribe bajo la premisa de una misión antidrogas. Se han desplegado alrededor de 10.000 soldados, según fuente oficiales, y se ha desplazado cerca de las costas venezolanas uno de los buques insignia del ejército estadounidense, el portaaviones USS Gerald R. Ford, el más grande del Pentágono.
En octubre, Trump declaró que no descartaba posibles ataques a objetivos terrestres tanto en Venezuela como en Colombia, a cuyos presidentes acusa de narcotraficantes.
Por su parte, el presidente venezolano ha llamado a la población a prepararse para una eventual «lucha armada» y ha anunciado el despliege de 200.000 militares en el país.