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La santiaguesa triunfó con «Kaleidoscope», una obra con acento gallego
15 nov 2025 . Actualizado a las 05:00 h.
Son las cinco de la madrugada en Las Vegas y a Isabel Dobarro (Santiago, 1992) aún se le nota la voz entrecortada de la emoción. «Disculpa, nos acabamos de despertar», responde a la llamada de La Voz de Galicia.
La pianista gallega vivió ayer el momento más importante de su carrera musical. La compostelana se alzó con el Grammy Latino en la categoría de Mejor Álbum de Música Clásica, con su trabajo Kaleidoscope (Naxos-Grand Piano). Visiblemente emocionada, volcó todo su agradecimiento en los suyos, que la acompañaron en la gala que se celebró en el MGM Grand Garden Arena. «Estoy tan agradecida a mi familia. Para mí era muy importante que pudiesen disfrutarlo en directo». Sus padres, su sobrino, su hermana, y su marido, el flautista Rubén Torres, vivieron con entusiasmo el momento.
«En este premio hay mucho de ellos. Recuerdo a mis padres haciendo horas y horas de coche para llevarme a clase con diferentes profesores de piano, llevarme a los concursos… Mi hermana ha estado también siempre a mi lado y, por supuesto, mi marido. Nunca voy a olvidar el momento de ayer en el que vi a mi precioso sobrino, que toca la flauta y el piano, tan emocionado».
La casualidad ha hecho que el próximo 26 de noviembre Dobarro presente Kaleidoscope en el Auditorio de Galicia de Santiago, donde ella misma disfrutó de sus primeros conciertos. «Estaré en un escenario gallego tan pronto. No sabes la ilusión que me hace que el primer concierto tras ganar este Grammy Latino sea en casa», explicó.
Dobarro, que además es docente, divulgadora y abogada, sigue la estela de otro gallego, Daniel Minimalia, que ganó el Grammy Latino en el 2020. En Kaleidoscope reivindica el talento femenino, «muchas veces silenciado» en el ámbito de la música clásica. Así, ha reunido obras de compositoras contemporáneas de todo el mundo. El disco es un viaje sonoro por la diversidad que contiene, además una pieza inspirada en el folklore gallego. «Esta obra es muy especial para mí. Primero, porque incluye esas obras de compositoras a las que admiro mucho y he tenido la oportunidad de trabajar con ellas. También porque hay una obra en particular que es muy importante para mí, Alalá das paisaxes verticais, de la también gallega Carme Rodríguez, una obra que me dedicó pensando en mi forma de tocar y que, por supuesto, está inspirada en Galicia. Para mí es tan emocionante que forme parte de este trabajo, ahora Grammy Latino. Se lo dedico a mi tierra». Un reconocimiento que le hace pensar en la travesía hasta aquí. «De la gala y del momento solo puedo decir que no pudo ser más especial. Sigo muy emocionada por el premio, pero también porque son muchos años de trabajo en este disco en particular que conllevó un esfuerzo enorme. Recibir este reconocimiento es algo extraordinario».
Producido por Javier Monteverde, Kaleidoscope se llevó este mismo año el premio latino al mejor valor cultural en un álbum de música clásica concedido por la Academia Hispanoamericana de la Música. También obtuvo el premio Melómano de oro de la revista con el mismo nombre y el tercer premio del premio internacional Petrichor.
Este galardón asienta la carrera de Isabel Dobarro, que ya era una de las pianistas españolas con más proyección internacional y que se ha convertido en una referente en las salas de conciertos tanto nacionales como internacionales. La compostelana ha tocado en escenarios como el Carnegie Hall, en Nueva York o el Auditorio Nacional de Madrid.
Sigue además conectada con Galicia a través de numerosos proyectos. Su última actuación tuvo lugar en Vigo en el 2024.
El puertorriqueño Bad Bunny, el artista más nominado de la edición, fue uno de los grandes triunfadores de la 26.º edición de los Grammy Latinos al recibir cinco galardones: mejor álbum del año, mejor canción urbana, mejor álbum de música urbana, mejor interpretación de reguetón y mejor interpretación urbana. Una gala en la que empató con el dúo argentino Ca7riel y Paco Amoroso, que logró el mismo número de gramófonos.
En su intervención, el autor de Debí tirar más fotos aseguró estar «agradecido» a su familia, a todas las personas que han contribuido y trabajado en este álbum y a la música: «Amo la música, amo lo que hago, amo juntarme con personas apasionadas y hacer lo que más disfruto».
Por su parte, el dúo argentino Ca7riel y Paco Amoroso cosechó seis Grammy Latinos: mejor vídeo musical corto y mejor canción alternativa por Tetas; mejor vídeo musical largo y mejor álbum alternativo por Papota y mejor canción pop con El día del amigo.
También destacó la colombiana Karol G, con el galardón a la mejor canción del año por Si antes te hubiera conocido, y Jorge Drexler y la banda argentina Conociendo Rusia, que recogieron el premio a mejor canción pop rock por su tema conjunto Desastres fabulosos.
El cantante español Alejandro Sanz dio la sorpresa al ganar el premio a grabación del año por el tema Palmeras en el jardín, derrotando a los triunfadores de la noche, que competían en la misma categoría. Aitana se llevó también su primer Grammy Latinos en la categoría mejor diseño por Cuarto azul.
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