El Hospital de Viladecans ha dado un paso significativo en el tratamiento de la diabetes mellitus tipo 1 al incorporar infusores de insulina de asa cerrada. Estos dispositivos semiautomáticos, que combinan una bomba de insulina, un sensor continuo de glucosa y un algoritmo inteligente, permiten ajustar la infusión de insulina en tiempo real, mejorando así el control glucémico de los pacientes.

Desde la implementación del primer sistema en mayo, más de veinte pacientes han notado una mejora considerable en el manejo de su diabetes, experimentando niveles de glucosa más estables y reduciendo el riesgo tanto de hipoglucemias como de hiperglucemias. Hasta ahora, los pacientes del área de Viladecans debían trasladarse a otros hospitales, como el Universitario de Bellvitge o el Clínic, para acceder a esta tecnología.

Mejoras en la calidad de vida

Los sistemas de asa cerrada impactan positivamente en la calidad de vida de quienes padecen diabetes tipo 1. Estos dispositivos eliminan la necesidad de que los pacientes decidan manualmente las dosis de insulina durante el día o en situaciones específicas como el ayuno. Solo requieren pequeños ajustes antes de las comidas, lo que minimiza errores involuntarios y favorece una mayor adherencia al tratamiento.

La Dra. Rocío Valera, jefa del Servicio de Endocrinología del Hospital, subraya que aquellos pacientes con fluctuaciones bruscas en sus niveles glucémicos son los que más se benefician. Este sistema no solo permite un control más preciso sino que también ayuda a reducir el riesgo de complicaciones crónicas asociadas a la enfermedad.

Complicaciones y riesgos asociados

La diabetes no controlada puede acarrear serias complicaciones a largo plazo, incluyendo problemas oftalmológicos, renales y cardiovasculares. En países desarrollados, es una causa principal de ceguera y enfermedades renales crónicas. Además, estas personas tienen entre dos y cuatro veces más probabilidades de sufrir eventos cardiovasculares graves.

La Dra. Valera también destaca las repercusiones socioeconómicas que conlleva esta enfermedad, lo que motiva al hospital a extender el uso de estos sistemas semiautomáticos a un mayor número de pacientes con diabetes tipo 1.

Un enfoque innovador y multidisciplinario

Este avance ha sido posible gracias al esfuerzo conjunto del equipo del Hospital de Viladecans y su compromiso con la educación terapéutica y el seguimiento clínico. La iniciativa refleja la dedicación del hospital hacia la innovación sanitaria y la mejora continua en la atención al paciente.

La diabetes tipo 1, una enfermedad autoinmune que impide al páncreas producir insulina, requiere que los afectados administren esta hormona externamente. El sistema público incluye dispositivos para monitorizar continuamente la glucosa en tejido, facilitando así un mejor control por parte del paciente.

A día de hoy, el Servicio de Endocrinología del Hospital da seguimiento a más de 500 personas que utilizan estos sistemas avanzados para controlar su diabetes, marcando un cambio significativo en el enfoque integral hacia esta enfermedad crónica.