Vistos con distancia, uno piensa que está ante un Van Gogh, un Picasso o un Warhol. Pero cuando nos acercamos se comienzan a percibir imperfecciones, … marcas o arrugas que no deberían estar ahí. Y ya, a un paso, se ve claramente que esos tesoros del arte están realizados sobre cartones reciclados hasta el punto de proponer una nueva mirada de las obras de los grandes maestros de la pintura. Material recogido de la calle reconvertido en piezas de museo. Un concepto revolucionario del arte más icónico que tiene la firma del malagueño Julio Anaya que, en su primera exposición en Shanghái, ‘Una mirada perpleja’, ha dejado ídem y fascinado a los visitantes del Jiushi Museum, como muestra el vídeo de la inauguración.

Esas dobleces, taras o agujeros serían precisamente las señales que lucirían los originales si, en lugar de exhibirse en los grandes museos del mundos, se hubieran tirado y rescatado de la basura, como los cartones que reutiliza Anaya. En la puesta en escena se puede ver además como el pintor también transgrede las propias obras maestras al exhibirlas incluso fragmentadas en partes, como en el caso de su versión del monumental ‘Guernica’, de su paisano Picasso. El propio artista hizo de guía en la presentación de esta exposición en el corazón de China que exhibe cerca de 70 obras que reconstruyen y alteran la imagen clásica y el canon de la historia del arte.

El artista malagueño, que participa en una residencia artística en el país asiático a través de la Fundación Mecenas Casa Natal Picasso, ha causado sensación con esta exposición en la que combina el apropiacionismo con su depurada técnica del trampantojo, con un efecto de realidad que impresiona. Sus piezas subvierten el concepto del arte tal y como lo entendemos, rompen con el aura que rodea a los cuadros de los grandes maestros al pintar sobre un material de desecho. Un soporte ‘innoble’ y efímero que, en una nueva vuelta de tuerca de Anaya, entra en los museos y conquista ahora la China continental con la consideración de joya artística.

 

Están Velázquez, Gauguin, Monet y Basquiat. Maravilloso el ‘Díptico de la Anunciación’ de Van Eyck y sobrecogedor siempre el ‘Guernica’ de Picasso. Vermeer, Van Gogh, Modigliani, Warhol… Todos los iconos de la Historia del Arte, juntos en una sala inmensa de Shanghái. Pero no están como uno se los espera. De algunos solo hay una parte, otros están arrugados y todos tienen imperfecciones, marcas, manchas, agujeros… Julio Anaya deja perpleja a China con su revisión de los grandes maestros sobre cartones reciclados en su exposición más ambiciosa hasta la fecha.