Hace unos días se confirmó la defunción de la última trilogía de Star Trek, comandada por J.J. Abrams, que comenzó en 2009 con un reboot y que no terminó de encontrar su sitio entre la audiencia, más nostálgica del pasado que de este tipo de reinicios. Ahora, Paramount Pictures confirma estar trabajando en una nueva película de la franquicia con unos cineastas que parecen gustar a los fans, lo contrario de los primeros detalles del film.
Siempre de acuerdo a Deadline, el estudio de Hollywood centenario prepara un largometraje con Jonathan Goldstein y John Francis Daley como principales responsables detrás de las cámaras. Se trata de una pareja muy querida por la audiencia tras su buen hacer en Dungeons & Dragons: Honor entre ladrones, que pese a no triunfar en taquilla por diversas razones, demostró la calidad de sus realizadores para honrar el material original. Además, ambos han trabajado con Marvel como guionistas en Spider-Man: No Way Home, y saben lo que es hacer frente a los desmanes de la industria tras un acercamiento fallido a The Flash que nunca terminó de llegar a puerto. Parece, por tanto, una buena elección.
Lo próximo de Star Trek será una visión 100% nueva
¿Dónde está el problema? Os decía hace unos días, cuando os hablaba de la cancelación de Star Trek 4 con Chris Pine como Kirk, que la saga no debería coquetear de nuevo con la idea de un reboot porque, al fin y al cabo, confunde a la audiencia y provoca un debate innecesario entre los fans habiendo una rica mitología establecida que poder expandir sin necesidad de reinventar la rueda. Pues bien, lo primero que se nos ha comentado de este nuevo acercamiento a la prolífica saga de ciencia ficción es que será una visión completamente nueva del universo de Star Trek y no está conectado a ninguna serie de televisión, película anterior o actual, ni a proyectos de desarrollo cinematográfico anteriores.

No se utiliza la palabra reboot, pero esa insistencia en recalcar que no estará conectado a nada de la franquicia provoca preocupación. En los propios comentarios de Deadline tenemos a un seguidor descontento, que califica todo esto como «una idea horrible». Y estoy con él. Si lo primero que quiere Star Trek es triunfar, debe preocuparse por conectar con la audiencia y respetar su legado. Hay suficiente espacio para hacer algo nuevo, pero no completamente nuevo, que permita tener un relato original, pero también reconocible.
Apostar por un reinicio, remake o como prefiráis llamarlo, sería un error, tanto que considero que es imposible que una pareja de directores como la que nos ocupa lo esté cometiendo. Así, parece evidente que tendremos un largometraje con una nueva nave inédita en Star Trek y con un grupo de oficiales también innovador. Pero, ¿de verdad hay que renunciar a cualquier conexión con la saga? Veremos qué es lo que de aquí sale.
