No nos engañemos, la masturbación femenina sigue siendo un tema bastante tabú, a pesar de los beneficios que puede reportar para las mujeres que la practican. Además, es algo que no debe dejar de hacerse según vamos cumpliendo años ya que cuando alcanzamos la perimenopausia y la menopausia puede aliviar algunos de los síntomas durante esos años.
Para saber más sobre los beneficios de la masturbación en mujeres peri y menopáusicas hablamos con la psicóloga Ana Lombardía y la ginecóloga Miriam Al-Adib, que trabajan con Womanizer. Empresa que ha realizado junto al Instituto Kinsey el estudio que también ha visto los beneficios de la masturbación femenina en mujeres en dichas etapas de su vida.
Beneficios de la masturbación durante la peri y menopausia
La psicóloga Ana Lombardía apunta: «en el estudio realizado por el Instituto Kinsey y Womanizer observamos que la masturbación regular ayuda a disminuir síntomas propios de la perimenopausia y postmenopausia. Estos cambios tienen que ver tanto con sintomatología física como psicológica y emocional. Algunos de los más destacables son la reducción de 48% del cansancio reportado, la reducción del 36% de las dificultades para dormir y un 31% de mejora en cuanto a los cambios de humor».
Por su parte la ginecóloga Miriam Al-Adib añade: «Durante la peri y menopausia los niveles de estrógenos y progesterona descienden, lo que puede producir sequedad vaginal, cambios en la libido, alteraciones del sueño, irritabilidad, mayor tensión emocional o sensación de desconexión con el propio cuerpo».
Así que la ginecóloga señala que la masturbación aporta beneficios porque «activa la lubricación natural y mejora la circulación sanguínea de la pelvis. Además, estimula la liberación de dopamina y endorfinas, que son neuromoduladores relacionados con el placer, el bienestar y la reducción del estrés«.
Pero no se quedan ahí los beneficios de la masturbación también «favorece la producción de oxitocina, la llamada “hormona del vínculo”, que ayuda a regular el sistema nervioso e inmunológico y contribuye a mantener la elasticidad vaginal y a prevenir la atrofia vulvovaginal», indica la ginecóloga Al-Adib.
¿Hay que masturbarse con regularidad para notar mejoras?
La psicóloga Ana Lombardía comenta que «en el estudio realizado se pidió a las participantes que se masturbasen entre 3 y 4 veces a la semana, con Next de Womanizer, hasta 4 semanas. En estos parámetros es donde encontramos una mayor mejoría, pero también se observa mejoría en frecuencias más bajas».
Para la experta lo más importante es que «más que fijarse en la frecuencia -algo difícil de «imponernos» como un hábito, si no nace del deseo y sólo de una recomendación médica- es importante que cada mujer aprenda a disfrutar de su cuerpo, de su excitación y de sus orgasmos. De ese modo, la masturbación se convertirá en una práctica deseable para ella, y podrá aprovechar al máximo sus beneficios».
Algo que corrobora la ginególoga Miriam Al-Adib: «no existe una frecuencia «correcta». La clave está en es escuchar el cuerpo, disfrutar y no imponerse una meta«.
Síntomas mejorados gracias a la masturbación
«Algunos de los más destacables son la reducción de 48% del cansancio reportado, la reducción del 36% de las dificultades para dormir y un 31% de mejora en cuanto a los cambios de humor», indica Ana Lombardía, según el estudio realizado por Womanizer y el Instituto Kinsey.
Para la ginecóloga «la interpretación clínica es coherente: cuando el orgasmo activa el nervio vago, se favorece la respuesta parasimpática —la que calma, regula y reequilibra—. Y esto puede ayudar a que el cuerpo responda con menos hiperreactividad, lo que explicaría por qué algunas mujeres notan incluso menos sofocos y mejor descanso. No sustituye tratamientos cuando estos están indicados, pero sí puede ser una herramienta complementaria valiosa».
¿Se debería hablar más de masturbación femenina en consulta?
La respuesta por parte de las dos expertas es clara y es: Sí. La psicóloga Ana Lombardía comenta: «Sin duda este debería ser un tema que cada vez se hable con más naturalidad de sus beneficios, y que tanto ginecólogas como médicos de atención primaria puedan hablar de sus beneficios y aconsejarla cuando sea necesario. Es importante hacerlo con cuidado, sin violentar a las pacientes ni entrometernos en su vida privada. Por ello, el mensaje debe de ser muy profesional, midiendo bien la cercanía-distancia con esa persona en concreto, y cuidando el vínculo terapéutico».
La doctora Miriam Al-Adib señala: «deberíamos hablar de masturbación igual que hablamos de ejercicio, sueño o alimentación. Históricamente, la sexualidad femenina ha estado muy condicionada por silencios, culpa o vergüenza, y eso tiene impacto directo en la salud».
En definitiva, «hablar de masturbación es hablar de salud pélvica; regulación emocional; prevención de atrofia vulvo-vaginal y; reconexión con el cuerpo», finaliza la ginecóloga.
En resumen, la masturbación femenina no sólo aporta beneficios hormonales, también es buena para la salud física y mental de las mujeres ya que nos ayuda a tener mayor autoestima sexual, mejorar nuestra relación con nuestro propio cuerpo y con nuestra pareja, ya que sabemos decir claramente qué nos gusta y qué no.