Chery quiso demostrar que podía igualar al Range Rover en uno de los retos más icónicos del mundo del motor: subir los 999 escalones del Monte Tianmen, en China. Este desafío, famoso desde que el Range Rover Sport PHEV lo completó en 2018, exige una potencia y tracción excepcionales para superar la inclinación.

El protagonista fue el Chery Fulwin X3L, un SUV híbrido de autonomía extendida con hasta 580 CV y tracción total. Sin embargo, el intento no salió como esperaba. A mitad del recorrido, el vehículo perdió tracción, retrocedió y terminó golpeando las barandillas de piedra, dañando la infraestructura. El coche quedó atascado durante dos horas antes de ser retirado.

La escena se volvió viral en redes sociales, donde muchos calificaron el intento como un fail épico. Chery pidió disculpas públicas, asumió la reparación de los daños y explicó que el problema se debió a la rotura de un grillete de seguridad que bloqueó la transmisión.