Quién iba a pensar que una modesta cinta de terror adolescente, un slasher sin asesino enmascarado ni arma distintiva nacido al calor del exitazo de ‘Scream’ y ‘Sé lo que hicisteis el último verano’ (el poster es calcado), acabaría convirtiéndose en una de las sagas de terror más rentables y longevas del cine de horror.
Pero así fue: ‘Destino final’ (en 2027 está previsto el estreno de la 7ª entrega) sigue jugando con la muerte 25 años después.
La repercusión de la última película, ‘Destino final: Lazos de sangre’ (actualmente en el top 15 de la taquilla mundial), parece haber servido de inspiración para el nuevo videoclip de Katy Perry (aunque, a juzgar por las veces que la cantante ha evitado su “destino final” este año, bien podría ser autobiográfico). ‘Bandaids’, cuya letra se inspira en su separación de Orlando Bloom, narra una serie de catastróficas desdichas al modo de la saga: mezclando suspense, gore y humor negro.
El vídeo funciona como la ilustración de la peor pesadilla de un técnico de prevención de riesgos laborales: una concatenación de accidentes tontos, de esos que dan ganas de gritar “¡cuidaao!”, protagonizados por la cantante californiana con su habitual vis cómica.
Ninguno de ellos es especialmente original. Son más un homenaje (o una copia, según se mire) que una invención. Todos los “accidentes” los hemos visto alguna vez en la ficción (el del tren o el de las arenas movedizas, millones de veces). Y algunos directamente en la propia saga ‘Destino final’: el del triturador y el de los troncos aparecen en la 2ª, y el de las escaleras mecánicas recuerda a una escena de la 4ª.
La secuencia final sí tiene algo más de miga. El plano de la actriz encendiéndose un piti recuerda al del cierre de la estupenda ‘Noche de bodas’ (2019), película con la que ‘Bandaids’ comparte un mismo sentido del humor (‘Feliz día de tu muerte’ también estaría en esa línea). El hecho de que, de fondo, suene la regulera ‘Woman’s World’, cuyo videoclip incluía una escena en una gasolinera, añade otra capa de significado: ¿la explosión como metáfora visual de “dinamitar el pasado”?