El humorista cubano Ulises Toirac cuestionó este viernes la demora del régimen en declarar oficialmente la epidemia de arbovirosis en Cuba, tras meses en que el país se vio desbordado por el dengue, chikungunya y otras enfermedades transmitidas por mosquitos.

En una publicación en Facebook, Toirac lamentó que las autoridades hayan reconocido la epidemia solo ahora, cuando la situación es ya incontrolable y miles de cubanos han enfermado en todo el país.

Captura Facebook / Ulises Toirac

“Hace dos o tres días se habló por primera vez de epidemia por arbovirosis en Cuba, mientras la gente caía como moscas desde hace tres meses en sitios como Matanzas”, escribió el humorista, quien recientemente dijo estar “a la moda” en enfermar de chikungunya.

Toirac calificó la actuación del régimen como un acto de “indolencia”, al haber negado durante semanas la existencia de un brote masivo que ya era evidente para la población.

“Las autoridades sanitarias han negado durante un tiempo precioso la existencia de una situación que hoy es imposible controlar”, señaló.

El comediante recordó que, a diferencia del coronavirus, las arbovirosis son transmitidas por mosquitos, y que Cuba ofrece condiciones ideales para su propagación debido a la falta de saneamiento y la acumulación de basura en las ciudades.

El país es una especie de panacea para esos insectos. Un número tan elevado de mosquitos hace prácticamente imposible detener la propagación. Ningún repelente es eficaz 100%. Siempre hay un mosquito HDLP que pica”, ironizó.

Toirac también denunció la ausencia de información y orientación a la población, a la que calificó como víctima de las consecuencias de la gestión sanitaria del régimen.

“La población, sin orientación al respecto, ha sido víctima de todas las consecuencias. Incluyendo la muerte. Y esto es otro nivel de indolencia”, concluyó.

La declaración del humorista se suma al creciente malestar social por la crisis epidemiológica que vive el país, tras meses de silencio oficial y falta de transparencia.

En los últimos días, médicos, activistas y ciudadanos han denunciado el colapso hospitalario y la falta de recursos para enfrentar una epidemia que el gobierno intentó ocultar.