El Gran Canaria sufre como local la segunda derrota en las últimas 16 temporadas ante un Badalona que aprovechó un pésimo primer cuarto local para imponer su experiencia en la pista (78-92). Los amarillos, a pesar de imponerse en dos cuartos, no pudieron contrarrestar el 9-29 del primero.
Salió al partido el Gran Canaria con la intención de desarmar a su rival en el ataque. Acumulando faltas en una de las referencias importantes de los verdinegros, Hunt, parecía encaminar correctamente la puesta en escena. Pero fue un espejismo, porque la avería técnica de los amarillos era importante, y sin juego colaborativo y mucho menos acierto desde el perímetro veía escaparse de hasta 20 puntos (9-29) a un Badalona que tenía el punto de mira desde el perímetro correctamente calibrado.
El roto fue brutal. Auqnue el Granca intentaba recuperarse del ‘palo’ del primer cuarto, lo cierto es que éste había generado dudas descomunales. De ello se aprovechaba un Joventut que tenía en Ricky Rubio un maestro de ceremonias especialista en conducir situaciones de este estilo. El base catalán no sólo dirigía sino que hacía alardes de sus mejores momentos como ‘robador’ de posesiones para dejar en evidencia a un Dreamland que se vió hasta 23 puntos por detrás en el marcador (26-49) antes de acudir a la cita con el vestuario (33-49) y al menos una visión positiva por haber sido más anotador que su rival en el segundo cuarto.
Con ese entusiasmo, los amarillos salieron animados para recortar diferencias y tras triple de Brussino veían algo más cerca la remontada (39-51), algo que parecía suficiente como para hacer temblar a los visitantes, que empezaban a pecar de exceso de faltas y de erráticos lanzamientos (44-53). El Joventut tiraba de sus expertos, Tomic, Hanga, Hunt y Rubio para contener a un Gran Canaria que trataba de dar más vueltas de tuerca a su defensa (47-62). En los emparejamientos, el Badalona hacía valer su veteranía, en especial la de Ricky, ante un conjunto local que necesitaba más velocidad con el paso de los minutos (52-64).
Así, se llegaba a una última cuenta atrás con un desfavorable 58-71, que se antojaba imposible de levantar por la dinámica que había tenido el partido. Y así fue. El Joventut defendió la renta y acabó por llevarse una victoria que no disfrutaba desde el 26 de octubre de 2019.
Alineaciones:
Dreamland Gran Canaria (9+24+25+20): Albicy (2), Wong (20), Brussino (11), Labeyrie (8), Tobey –equipo inicial-, Vila (7), Samar (11), Salvó, Pelos (11), Kuath (1), Maniema y Angola (7).
Joventut de Badalona (29+20+22+21): Hanga (4), Hunt (7), Drell (2), Hakanson (6), Birgander (14) –equipo inicial-, Kraag, Rubio (17), Vives (6), Allen (3), Ruzic (16) y Tomic (17).
Marcador cada cinco minutos: 2-15, 9-29, 21-37, 33-49, descanso, 44-56, 58-71, 68-80 y 78-92.
Árbitros: Carlos Cortés, Luis Miguel Castillo y Rubén Sánchez Mohedas. Técnica a Labeyrie (m. 16) y Kraag (m. 25). Eliminado por faltas Hunt (m. 39).