La primera cita regional de la temporada, la decimonovena desde que empezó esta sucesión de derbis de plata, llega en un momento absolutamente desolador para el Real Zaragoza y la SD Huesca, que dirimen pese a que el calendario diga que solo es la jornada 14 y se llega al primer tercio de la competición, un duelo a vida o muerte en el Ibercaja Estadio. Mucho más vital si cabe es para los de Rubén Sellés, colistas y hundidos, necesitados de oxígeno para pensar que el milagro, que cada vez está más cuesta arriba, es posible y con un entrenador al que tres derrotas en las tres primeras jornadas en el puesto ya le han situado cerca del desfiladero. No parece una cita frontera para Sellés, aunque si hay hecatombe contra el rival oscense cualquier escenario es posible, mientras que Bolo se estrena en el banquillo tras el cese de Guilló.

Los dos equipos han cambiado de entrenador pese a que la temporada está en sus primeros meses, una señal inequívoca de que casi nada está saliendo conforme esperaban. En el caso zaragocista, absolutamente nada. Sellés no ha supuesto una reacción tras el cese de Gabi y el paso interino de Larraz. Una séptima derrota seguida del equipo le abocaría al club a un registro histórico y dejaría al técnico valenciano, una apuesta arriesgada se mire por donde se mire, muy en el alambre.

El Zaragoza llega en un estado de depresión absoluta, con una dinámica aterradora, con un balance en la tabla que le obliga a llevar ritmo de playoff para intentar salvarse en las 29 jornadas que restan, aunque ahora el objetivo sea llegar con vida a enero y cambiar piezas y buscar refuerzos y salidas en un club donde todos miran para otro lado y los dueños no dan la cara mientras se suceden huidas hacia delante y golpes de timón improvisados. El último, el regreso de David Navarro como enlace entre la cantera y el primer equipo en un puesto que también huele a técnico provisional llegado el caso.

Cambios en los dos equipos

Si el Zaragoza es claro colista, el Huesca bordea el descenso y el empate del Granada el sábado le dejó en esa zona, con una caída sostenida tras un buen inicio con Guilló. En El Alcoraz también hay un clima enrarecido y de división y la frase de Martín González, director deportivo, reconociendo que hubiera mantenido a Guilló ha retumbado y ha mostrado que la sintonía en el vecino está lejos de ser absoluta.

Sellés llega al derbi con las bajas de Paul, Tachi y Cuenca, además de la de última hora de Paulino, que apuntaba a titular y se lesionó en la rodilla, mientras que Bazdar está con Bosnia, aunque al menos recupera a Radovanovic, Saidu, Keidi Bare y Valery y hará seguro cambios en el once tras el mal partido en Granada. Los mismos Valery, si está bien de su talón, que parece que sí, Rado y Saidu apuntan a relevos factibles. El míster necesita agitar la coctelera y es probable que Guti deje su sitio y se vea un 4-4-2, quizá con Dani Gómez junto a Soberón.

Bolo, que no cuenta con Toni Abad y Liberto Beltrán, además de los lesionados de larga duración Diego Aznar, Mier y Jordi Martín, puede mantener el 4-2-3-1 que tanto utilizó en la Ponferradina y en el Burgos porque en el vasco hay un entrenador muy pragmático y de idas fijas, con peso importante de los veteranos en el once y con Dani Ojeda y Enol como novedades de la convocatoria, el primero de ellos probablemente en el once. Portillo y Enrich pueden ser la punta de lanza este domingo en un duelo de cuchillos largos, en un partido que dejará muy tocado al que lo pierda, sobre todo si es el Zaragoza.

Alineaciones probables

Real Zaragoza: Adrián Rodríguez; Aguirregabiria, Insua, Radovanovic, Pomares; Saidu, Francho; Pau Sans, Valery, Dani Gómez y Soberón.

SD Huesca: Dani Jiménez; Ángel Pérez, Piña, Pulido, Ro Abajas; Sielva, Jesús Álvarez; Kortajarena, Ojeda, Portillo y Sergi Enrich

Árbitro: Salvador Lax (C. Murciano)

Campo: Ibercaja Estadio

Hora: 21.00