Toda la historia que rodea a El Proyecto de la Bruja de Blair es tan legendaria como sus propios misterios paranormales. Se estrenó en 1999 como una producción independiente de poco más de 35.000 dólares y revolucionó el género y se convirtió en un fenómeno global, recaudando más de 248 millones de dólares en taquilla y poniendo de moda el subgénero del found footage.
Pero, mientras el público acudía en masa a los cines, sus tres protagonistas –Heather Donahue, Joshua Leonard y Michael Williams– han vivido en la sombra de la industria y en conflicto con los estudios durante más de dos décadas.
En abril de 2024, Lionsgate y Blumhouse Productions anunciaron un ambicioso acuerdo para reinventar clásicos del terror de la biblioteca de Lionsgate, comenzando con una nueva versión de ‘La Bruja de Blair’. Esta noticia fue el detonante para que los actores protagonistas alzaran la voz y denunciaran públicamente la falta de una compensación justa por su trabajo, exigiendo residuos equivalentes a los que les habría correspondido por convenio SAG-AFTRA, así como su consulta en toda futura entrega centrada en la franquicia.
El conflicto se originó porque, durante el rodaje, Donahue, Leonard y Williams usaron sus propios nombres, improvisaron los diálogos y cobraron apenas 500 dólares semanales. Su contrato contemplaba un 1% de los beneficios netos tras superar el millón de dólares en ganancias. Sin embargo, tras el éxito arrollador, solo recibieron cestas de frutas y un pequeño bonus de escasa cuantía. Cuando el estudio (entonces Artisan Entertainment, hoy Lionsgate) explotó la franquicia y sus imágenes sin consentimiento, los actores tuvieron que acudir a los tribunales, logrando un acuerdo extrajudicial de 300.000 dólares a repartir que se pagó durante varios años.
Durante estos años, los actores no solo recibieron compensaciones muy por debajo de lo que les correspondía, sino que sufrieron las consecuencias profesionales: muchos directores de casting los asociaron tanto con sus papeles en la película que dejaron de recibir ofertas. Heather Donahue y Michael Williams se vieron obligados a apartarse en ocasiones del mundo del cine, aunque Joshua Leonard sí consiguió mantener su carrera artística.
Lo más relevante de aquel litigio fue que Artisan/Lionsgate no podía volver a comercializar la saga usando sus imágenes y nombres; sin embargo, la productora continuó aprovechando la franquicia y hasta utilizó el apellido y el rostro de Donahue en una entrega de 2016, lo que motivó otro enfrentamiento legal. Incluso en 2022, Donahue tuvo que movilizarse para que no se empleara su famoso grito en la película ‘Tár’.
Sin embargo hace unos días en un mensaje en redes sociales, Michael Williams anunció que, en el 26º aniversario del estreno, finalmente se ha logrado un acuerdo con Lionsgate y Blumhouse. Evitando los detalles concretos y cuantía económica del acuerdo, Williams afirma sentirse por primera vez un “contribuyente valorado” en el universo ‘Blair Witch’, y destacó que ambas compañías han demostrado sensibilidad y empatía, escuchando sus demandas y construyendo un nuevo marco de colaboración.
Este compromiso supone el cierre de una herida que ha marcado la carrera de los protagonistas y permite mirar al futuro con optimismo, tanto para los fans como para la icónica saga de terror. Ahora, con la paz recuperada y los derechos reconocidos, Donahue, Leonard y Williams podrán formar parte activa de las próximas producciones del universo ‘Blair Witch’.