Es el director vivo más nominado a los Oscar. Coppola le define como “el cineasta más importante en activo de la historia del cine”. Su carrera está plagada de títulos emblemáticos que han dejado imágenes grabadas para siempre en nuestra retina. Muchas de ellas protagonizadas por su actor fetiche, Robert De Niro: Travis Bickle hablando delante del espejo. Jake LaMotta en el cuadrilátero. Sam Ace Rothstein iluminado por los neones de Las Vegas…
Martin Scorsese ha creado un corpus fílmico tan apabullante que resumirlo es casi imposible. Quizás por ello realizar un documental intentando abarcar su carrera y su figura es una misión aún más complicada. Sin embargo, la realizadora Rebecca Miller —y pareja de Daniel Day Lewis, con quien Scorsese trabajó en Gangs of New York— decidió que quería intentar descifrar qué había en el cerebro de un cineasta que respira fotogramas en vez de aire. Cuánto de aquel niño de descendencia italiana y criado en el catolicismo de Nueva York había quedado impregnado en sus películas.