José Luis Ábalos adquirió el local comercial que se encuentra en los bajos de su casa de Valencia el 8 de julio de 2020. El empresario Víctor de Aldama, investigado en la operación Delorme, aseguró que el precio de la escritura fue 90.000 euros … pero el real ascendía a 110.000, según un contrato que guardaba en sus dispositivos electrónicos.

Tres fuentes distintas con conocimiento directo de la operación inmobiliaria han confirmado a ABC que el entonces ministro de Transportes pagó, efectivamente, una parte del local en dinero negro, aunque no precisan si fueron exactamente 20.000 euros. Añaden que Ábalos entregó a los vendedores «billetes de 500 euros» para abonar la diferencia entre lo escriturado y el precio real. Las fuentes conocedoras de la operación han afirmado que se pagó «con bin ladens», refiriéndose al nombre popular con el que se conocían entonces a los billetes de mayor valor por la dificultad de verlos, ahora ‘txistorras’ en el imaginario popular, que es como los denominaba Koldo García en conversaciones con su mujer, Patricia Uriz, intervenidas por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil.

José Luis Ábalos quedó con los vendedores -una pareja mayor propietarios de la empresa que, a su vez, era titular del local comercial- en su casa de Valencia, es decir, justo encima del bien de la compraventa, en la avenida de la Constitución de la capital del Turia.

Fue el mismo día de la compraventa, justo antes de acudir todos a la notaría. El entonces ministro de Transportes se reunió con el vendedor en su despacho y, seguido, llamó a la que era su esposa, Carolina Perles. Le entregó un sobre que contenía el dinero negro y ésta se le dio a la esposa del vendedor, que también estaba en el domicilio de Ábalos.

«Bajada de precio»

Según fuentes conocedoras de las negociaciones, el también secretario de Organización del PSOE negoció una «importante bajada de precio» en el local y acordó «compensar» al vendedor. Pactaron escriturar por debajo del precio real, lo que rebaja el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales -que paga el comprador- y también el de la ganancia patrimonial que debe abonar, en este caso, la parte vendedora. «Era para compensar» a la aparte vendedora por la rebaja, que al menos lo del sobre le diera «para el pago de los impuestos», aseveran a ABC fuentes sabedoras de la compraventa.

Ábalos, a ABC: «Lo negoció mi exmujer y el precio es el de la escritura. No me podía permitir tal aventura», dice por pagar en negro

Una vez entregado el sobre, ambas familias se trasladaron a la notaría para escriturar la operación inmobiliaria. La vendedora era una sociedad mercantil, y los compradores Ábalos y su entonces esposa, que firmaron una hipoteca de 50.000 euros para costear, aproximadamente, la mitad del bien inmueble.

El local tiene una superficie de 187 metros cuadrados, y aunque estaba en muy mal estado, 90.000 euros es una cifra que se queda corta respecto al mercado. Una búsqueda en portales inmobiliarios refleja que locales similares se venden por entre 150.000 y 200.000 euros. Pese a lo que haya podido subir el metro cuadrado en los cinco años transcurridos, el precio de la escritura es, aparentemente, bastante inferior al del mercado.

El entonces ministro dio el sobre a su esposa, Carolina Perles, en el despacho de su casa y ésta se lo entregó a la mujer del vendedor

En conversación con ABC, Víctor de Aldama ha asegurado que Koldo García le pidió dinero para esta operación, que coincidía con la venta de millones de mascarillas a organismos del Ministerio de Transportes por parte de Soluciones de Gestión, empresa de la que investigado era intermediario. «Koldo me dijo ‘oye tío, que hay que comprar el local del jefe’, me insistía, y le dije que lo cogieran de lo que les iba dando», sostiene Aldama.

En el ministerio

«No les di una cantidad concreta para el local, pero desde que me lo pidió Koldo y hasta que Ábalos compró el local, sí les hice alguna entrega, en concreto en el despacho del ministerio estando los dos presentes, en un sobre», añade.

Aldama sospecha que la diferencia entre escritura y precio real debió ser «superior a los 20.000 euros porque el local era más caro» y que «de lo que les daba imagino que ellos cogerían la diferencia». Cabe recordar que Víctor Aldama ha reconocido en sede judicial haber realizado pagos periódicos, normalmente mensuales, de 10.000 euros a Koldo García, y que el total de las comisiones que pagó a la trama, a cambio de adjudicaciones, pueden superar los 3,5 millones de euros.

Imagen - Ábalos compró el bajo en julio de 2020, siendo ministro, junto a su entonces mujer. En 2022 se divorciaron y el extitular de Transportes se quedó el cien por cien de la propiedad

Ábalos compró el bajo en julio de 2020, siendo ministro, junto a su entonces mujer. En 2022 se divorciaron y el extitular de Transportes se quedó el cien por cien de la propiedad

Fuente: ABC

Imagen - Ábalos compró el bajo en julio de 2020, siendo ministro, junto a su entonces mujer. En 2022 se divorciaron y el extitular de Transportes se quedó el cien por cien de la propiedad

Ayer, José Luis Ábalos insistió en un mensaje a ABC en que no pagó parte algun del local en negro: «Lo negoció mi exmujer y las cosas el precio son las que se recogen en el contrato de arras y en la posterior escritura de compraventa con toda la trazabilidad de las entregas, y de todo ello tiene constancia el juez instructor desde abril del presente año». El exministro añadió que, dada su posición, «no me podía permitir tal aventura de ningún modo».

Cuando Víctor de Aldama habló del contrato de la compra del citado local, en una entrevista en Telemadrid, el exministro y exsecretario de Organización del PSOE aseveró, en un mensaje en la red social X, que «la defensa de Aldama llega tarde».

Abalos sostuvo que desconoce «de dónde saca el Sr. de Aldama tantos documentos sin firmar, pero lo que sí sé es que este no aporta nada». Su defensa aseguró, en un escrito remitido al juez del Tribunal Supremo Leopoldo Puente que el contrato que presentó el empresario es posterior a la firma del contrato de arras.

Actualmente José Luis Ábalos es el único propietario del local. Así consta en el Registro de la Propiedad de Valencia, donde se inscribió la totalidad del bien a su nombre después de la disolución de su matrimonio con Carolina Perles según escritura ante notario con fecha de 7 de octubre de 2022.

Aldama presentó un contrato —que Ábalos niega— de 110.000 euros pero sólo se habría escriturado por 90.000

Fiscalmente, las posibles responsabilidades ante Hacienda por el uso de dinero negro en la compraventa del local han prescrito, pues han transcurrido más de cinco años. Otra cosa es lo relativo al origen de los fondos investigados y que Aldama ha reconocido como cohechos, sobornos, a cambio de influencia en la Administración Pública.

A juicio la primera pieza

De hecho, la pieza inicial de la operación Delorme, la de las mascarillas, ya está enfilada hacia el juicio, en cuyo banquillo se sentarán, si los recursos no prosperan, Ábalos, Koldo y el propio Aldama.

En esta parte de la investigación del Tribunal Supremo figuran otros tres inmuebles de los que fue beneficiario Ábalos y que tienen detrás al empresario y comisionista. Se trata de la casa de veraneo de La Alcaidesa, en Cádiz, el alquiler con opción a compra frustrado de un piso en el paseo de la Castellana, en Madrid,-ambos para José Luis Ábalos- y, por último, el pago del alquiler del apartamento de lujo en plaza España, también en Madrid, que disfrutaba la pareja de Ábalos, Jésica Rodríguez, y que abonaba un socio de Aldama.

El exministro niega cualquier irregularidad en la compraventa y asegura que ya la «documentó» al juez del Tribunal Supremo

La defensa del exministro recurrió el auto de procesamiento alegando que se ha vulnerado su derecho a la defensa puesto que no se le ha dado acceso a los materiales digitales incautados en la investigación y por tanto no ha podido estudiar si hubo «una investigación clandestina a un diputado a Cortes sin la previa autorización de la Cámara», informa Javier Lillo. La nueva defensa de Ábalos pone el foco en el disco duro encontrado en el domicilio de Koldo García, que era «propiedad» del exministro.