Lunes, 17 de noviembre 2025, 10:06

Este viernes 14 de noviembre llegó a Netflix ‘El cuco de cristal’, la esperada y nueva serie basada en la novela de Javier Castillo. Protagonizada por Catalina Sopelana (El jardinero), Alex García (El inmortal), Itziar Ituño (La casa de papel), Iván Massagué (El hoyo) y Alfons Nieto (El cuerpo en llamas), se trata de la tercera obra del escritor que salta a la plataforma tras el éxito de ‘La chica de nieve’ y de su secuela, ‘El juego del alma’.

Compuesta de seis capítulos, y con una historia «autoconclusiva» y totalmente independiente de las anteriores series basadas en novelas de Castillo, ‘El cuco de cristal’ es, en palabras de sus protagonistas, un «thriller emocional sobre personajes muy rotos» que, moviéndose en distintas líneas temporales, desentraña las misteriosas desapariciones que desde hace décadas están teniendo lugar en un pequeño y enigmático pueblo.

El escenario de la historia es, precisamente, la diferencia más notable entre la serie y el material original ya que en la exitosa novela de Castillo, que ha vendido más de 2,5 millones de ejemplares, la trama se desarrollaba en Steelville, un pequeño pueblo ficticio en Missouri, Estados Unidos, mientras que la miniserie de Netflix se ambienta en Hervás y el Valle del Ambroz (Extremadura), que sirvieron de escenario para recrear Yesques, el ficticio municipio español donde ‘El cuco de cristal’ teje su «telaraña de personajes».

Se trata de un pueblo boscoso con una atmósfera densa y envolvente que alimenta el misterio, «la ambigüedad moral» y esa «oscuridad con esperanza» que ya formaban el «corazón emocional» de la novela. Una esencia que intenta recrear la serie. «Se ha hecho con el mayor cariño posible para aquellos que amaban el libro, pero también para que sorprenda a todos, a quien lo leyó y también a los que no», afirmó Castillo durante un encuentro con los medios.

Sin embargo, Hervás no es el único escenario de la serie, ya que la localidad salmantina de Béjar también es protagonista en la serie, convirtiéndose como punto de partida de la historia narrada. Y es que este histórico lugar de la provincia de Salamanca reúne algunos de los rincones más reconocibles de la serie como el Castañar y sus caminos envueltos en una atmósfera casi mística o los alrededores del Museo Mateo Hernández.

Cabe recordar, que tal y como contó LA GACETA en su momento, el rodaje de la serie se produjo justo hace un año, en noviembre de 2024, cuando algunos escenarios como la plaza de la Piedad, el patio del Palacio Ducal, la calle Colón o la carretera entre El Castañar y Llano Alto sirvieron de set de rodaje para Netflix.

Además, trece integrantes de la banda municipal de música de Béjar también participaron en el rodaje de la serie que se desplazaron hasta Hervás para grabar también piezas de música para la serie.

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