El New Glenn de Blue Origin completó el pasado jueves un segundo vuelo de prueba impecable, que entre otras cosas permitió avanzar a la misión ESCAPADE de la NASA poniéndola rumbo a Marte. Este hito posiciona al megacohete como un competidor de primer nivel en el mercado de lanzamientos pesados, dominado hasta ahora por su rival SpaceX.

Un lanzamiento que es un punto de inflexión

Si te perdiste el evento del jueves, merece la pena recapitular la precisión técnica exhibida. El coloso de 98 metros de altura despegó desde la Estación de la Fuerza Espacial de Cabo Cañaveral pasadas las 15:55 hora local. La fase de ascenso, la separación de etapas y la liberación de la cofia se ejecutaron con una limpieza técnica absoluta. Sin embargo, el momento cumbre llegó minutos después: tras separarse de la etapa superior, el propulsor principal ejecutó una maniobra de reentrada controlada y aterrizó intacto sobre una barcaza en el océano Atlántico. Este logro supone un gran avance para la compañía, y confirma la viabilidad de su sistema reutilizable. Y no hay que olvidar que, poco antes de las 16:30, la segunda etapa liberó las sondas gemelas ESCAPADE, iniciando su viaje de once meses para estudiar la magnetosfera marciana.

Despegue del cohete New Glenn de Blue OriginDespegue del New Glenn de Blue OriginBlue Origin

A pesar de la euforia del momento, la verdadera prueba de fuego para la constancia y fiabilidad del vehículo llegará con el manifiesto de vuelo programado para el periodo 2026-2027. Blue Origin se prepara ahora para una ofensiva logística que incluye el transporte de carga y módulos de aterrizaje a la superficie lunar, el despliegue de nuevo hardware orbital y la expansión masiva de la constelación Amazon Leo. Estas ambiciosas misiones ofrecerán al New Glenn de Blue Origin múltiples oportunidades para demostrar que es el caballo de batalla resistente y eficaz que el mercado demanda.

Se espera a este respecto que, a mediados de 2026, el New Glenn de Blue Origin comenzará a lanzar los primeros lotes operativos de los satélites Amazon Leo. Esta constelación, la respuesta directa de Jeff Bezos a la red Starlink de Elon Musk, busca proporcionar internet de banda ancha de alta velocidad a nivel global. Con una meta de más de 3.000 satélites en total, la capacidad de carga del New Glenn y su enorme cofia de siete metros de diámetro serán fundamentales para desplegar múltiples unidades en un solo lanzamiento.

El futuro pinta bien para los de Jeff Bezos

Con la mirada puesta más allá de la órbita terrestre, el siguiente gran desafío del New Glenn de Blue Origin será apuntar hacia nuestro satélite natural con el lanzamiento del prototipo del módulo de aterrizaje lunar Blue Moon Mark 1 (MK1). Esta misión, bautizada como Pathfinder, está programada provisionalmente para enero de 2026, aunque la directora senior de espacio civil de la empresa, Jacqueline Cortese, ha insinuado que podría intentarse una prueba antes de finalizar el presente año. Este carguero, diseñado para transportar hasta tres toneladas de suministros a la superficie lunar, servirá como paso intermedio esencial para el desarrollo del MK2, la versión tripulada que la NASA ha contratado para la misión Artemis 5.

Imagen del New Glenn de Blue OriginImagen del cohete New Glenn de Blue OriginBlue Origin

En el frente comercial, la agenda para 2026 se presenta igualmente intensa, con dos misiones clave que pondrán a prueba la versatilidad del cohete para clientes privados y gubernamentales. Por un lado, el megacohete lanzará la Misión Elytra 1 de Firefly Aerospace. El objetivo es demostrar las capacidades de la nave espacial Elytra, un vehículo orbital diseñado para maniobrar y reposicionar satélites en el espacio, actuando como un remolcador espacial de última generación. Además, esta misión servirá para testar el dispensador de satélites FNTM-RiDE de la empresa Xtenti, una tecnología que promete agilizar el despliegue de cargas secundarias.

Más buenas noticias para New Glenn de Blue Origin

Un ejemplo que ha conseguido la certificación para misiones de seguridad nacional. Tras el éxito del jueves, el vehículo podría comenzar muy pronto a lanzar cargas útiles clasificadas. La Fuerza Espacial de los Estados Unidos se encuentra en las fases finales de revisión para otorgar al cohete la llamada Lanzamiento Espacial de Seguridad Nacional (NSSL, por sus siglas en inglés). Actualmente, Blue Origin ya cuenta con una adjudicación de la Fase 3 Lane 2 del NSSL, un contrato valorado en aproximadamente 2.250 millones de euros (2.380 millones de dólares) bajo el cual la Fuerza Espacial planea asignar a la compañía unas siete misiones críticas a partir del año fiscal 2026. Esto, sin duda alguna, ofrece al Pentágono una redundancia estratégica vital.

New Glenn de Blue Origin en su baseb de despegueNew Glenn de Blue Origin en su baseBlue Origin

No cabe duda de que el año que se avecina será frenético para las operaciones en Cabo Cañaveral. El éxito del reciente vuelo de prueba ha elevado las expectativas al máximo, disipando dudas sobre el rendimiento de los motores BE-4 y la integridad estructural del vehículo. Ahora, la industria y los aficionados observan con atención para ver si la compañía puede mantener esta cadencia y cumplir con una hoja de ruta que abarca desde la seguridad nacional hasta la conectividad global.