Carlos Alcaraz completó su temporada individual llegando por vez primera a la final de las ATP Finals, la Copa de Maestros que reúne a los ocho mejores del año. No pudo emular los títulos de Manolo Orantes y Àlex Corretja, frenado por un imponente Jannik Sinner en el ‘indoor’ y la pista dura, pero mantuvo el tono positivo de una campaña que calificó como «brillante, que no perfecta, porque para ser perfecta tendría que haberlo ganado todo».

A la espera de lo que suceda con la selección española en la Final a 8 de la Copa Davis, si la lesión en el isquiotibial de la pierna derecha evoluciona para jugar o no, Alcaraz ha hecho su mejor curso, a sus 22 años. 

Lideró el número de partidos ganados (71-9) y de títulos (8). Desde abril elevó su rendimiento, con 56 victorias en 61 encuentros, disputando diez finales en sus once torneos. En total fueron once las finales, ya que antes se había impuesto en el ‘indoor’ de Rotterdam.

Alcaraz explicó en Turín que «es un año brillante porque he podido disfrutar de grandes momentos: ocho títulos, once finales. Pero le doy más valor a cómo ha sido el crecimiento como jugador. Una persona que sabe lidiar con malos momentos muchísimo mejor, he crecido y eso es lo más importante. Y vamos a intentar trabajar para que este tipo de años no sean lo común pero se den más».

Quiere estar con los mejores de la historia, con una primera d obsesión que cumplir, el Open de Australia. «Daría mucho por un título allí», reconoce. Sería completar el Grand Slam en su palmarés. El más joven a sus 22 años.

Y a su manera, sabiendo equilibrar entre sus necesidades personales y deportivas, conciliando la vida privada con la profesional. Hallando el equilibro. «Hay mucha gente que quizás piense que salgo muchas más veces, que soy un fiestero, que no trabajo. En vez de pensar que sí se pueden compaginar las dos cosas. Si todo se realiza de la manera adecuada, tú también tienes tu tiempo de diversión, con tus amigos, de noche obviamente, pero luego ser un profesional de pies a cabeza, poner como prioridad el trabajo e intentar ser el mejor».

Lo ha aplicado también al calendario. «Se ha demostrado que han funcionado los descanso en los entrenamientos, no haber ido a algún torneo. He llegado a final de temporada mejor que nunca», se congratuló.

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Queda la Copa Davis, hará dos exhibiciones en Estados Unidos, a principios de diciembre. La campaña 2026 arrancará directamente en el Open de Australia, con una escala previa en Corea del Sur para disputar un partido amistoso con Jannik Sinner, que también comenzará su temporada oficial en Melbourne, donde reinó en 2024 y 2025. De donde saldrá número uno mundial Carlos Alcaraz con independencia del resultado de ambos en el primer Grand Slam de la temporada.