Sirat ha entrado como una exhalación en los EEUU. Estrenada este fin de semana, los acordes electrónicos de los altavoces de la rave han atronado en un número limitado de cines -está claro que no se vende como un blockbuster-, pero los han llenado: ha logrado el segundo mejor promedio por sala de toda la cartelera estadounidense con 34.057 dólares de recaudación, según medios norteamericanos. No solo eso: los festivales y la crítica ya la dan como favorita en la carrera de los Oscar con altas posibilidades de estar en la fase final. EEUU ha caído a los pies de Oliver Laxe.

Los adjetivos que ha alcanzado esta historia son abrumadores. Desde la película “más terrorífica” del año -en el mejor sentido- para The New York Times; a “emocionante y devastadora”, de la NPR (la radio pública), “Visualmente épica, sonoramente implacable”, para The Wall Street Journal o “una danza de la muerte desgarradora y estimulante”, para The New Yorker. Hay quien la compara con Mad Max y hasta con el cine de John Ford. Y en los festivales no se han acallado los aplausos. Fue un éxito en el de Nueva York en octubre y acaba de serlo en el de Denver donde fue tildada de “película del año”.

Buena taquilla

La road movie del gallego ya empezó con muy buen pie en el Festival de Cine de Cannes donde consiguió el Gran Premio del Jurado. Precisamente, este galardón la disparó en cartelera y le ha dado un enorme vuelo para cruzar el charco y plantarse con muchas posibilidades en los Oscar tras ser elegida por la Academia de Cine española como su representante.

El éxito fue aún mayor en Francia, donde llegó a 6 millones de euros, siendo una de las españolas más taquilleras en suelo francés de la historia

En España ha rozado los 2,7 millones de recaudación desde su estreno el pasado 6 de junio convirtiéndose en la quinta española más vista del año, aunque probablemente sea superada por Los domingos y La cena. Pero el éxito fue aún mayor en Francia donde ha llegado a los seis millones de euros siendo una de las españolas más taquilleras en suelo francés en toda la historia. No es de extrañar que haya ya medios estadounidenses que señalen a Laxe como español “de origen francés” si bien aunque nació en París (a donde sus padres emigraron) a los seis años de edad ya estaba viviendo en Galicia. Y Laxe lo ha dejado bien claro en todas las entrevistas: es gallego y reivindica con fuerza sus orígenes gallegos y el pueblo de Lugo en el que vive.

El poder de Cannes

Para la crítica cool estadounidense, en cualquier caso, es la última gran perla llegada desde territorio europeo. Justin Chang, de The New Yorker, ha comentado que “a pesar de sus peligros y crueldades, Sirat no te agota ni te insensibiliza. Salí de allí tambaleándome, pero revitalizado y agradecido de nuevo por la tierra que pisaba”. En la NPR, la conmoción es aún mayor: «Sirat es una experiencia visual y sonora sobrecogedora; está repleta de majestuosos paisajes desérticos e impulsada por una banda sonora de percusión trepidante. Es también un drama de extraordinaria tensión y, finalmente, una tragedia impactante, en la que la muerte suele sorprender cuando menos te lo esperas”(…) La película de Laxe es tan sincera en su ternura como implacable en su ferocidad. Hay algo poderoso en la creencia de la película de que, incluso cuando se avecina un apocalipsis, la bondad puede sobrevivir y pueden formarse relaciones significativas. El hecho de que el mundo sea despiadado, sugiere Sirāt, no significa que las personas tengan que serlo”.

El cineasta Oliver Laxe (d) y el actor Sergi López, director y protagonista, respectivamente, de la película ‘Sirat’, con el galardón de Cannes, (EFE/Xoán Rey)

En The Wall Street Journal Zachary Barnes se mostraba entusiasta, aunque también sabía ver su exuberante efectismo y sus partes más pobres (que, como muchos otros críticos han visto también, están en el guion, demasiado flojo): “Visualmente épica, sonoramente implacable y por lo demás fatua, la película tiene una inercia dramática ocasionalmente interrumpida por erupciones de catástrofe absoluta: una serie de sobresaltos que te dejan chamuscado, conmocionado y no mucho mejor por ello”. La crítica de Los Ángeles Times, Amy Nicholson, se detenía por otra parte en los aspectos más desasosegantes con un punto de malicia: “La segunda vez que la vi estaba deseando oír los gemidos del público”.

«Sirat’ no te agota ni te insensibiliza. Salí de allí tambaleándome, pero revitalizado y agradecido de nuevo por la tierra que pisaba»

Por último, y como destacaba Agustín Almodóvar en x.com, uno de sus productores, el lacito lo ponía este fin de semana la gran Biblia de Hollywood, Variety, al considerarla dentro de la fase final de los Oscar junto a Un simple de accidente, de Jafar Panahi (la candidata francesa aunque de origen iraní y Palma de Oro en Cannes), El agente secreto (la candidata de Brasil y que ganó un par de premios en Cannes), Sentimental Value (la candidata de Noruega y la más aplaudida en Cannes) y La Voz de Hind (la tunecina que se llevó el León de Plata en Venecia, donde estaba considerada como la gran favorita). Como se observa, una vez más, los festivales europeos siguen marcando el rumbo de los Oscar (ante la falta de buenas historias en el cine de Hollywood).

Buena distribuidora

Sirat viene avalada por Cannes, pero también tiene otros factores que la posicionan muy bien en la carrera estadounidense. Está producida por El Deseo, la productora de Pedro Almodóvar, que algo sabe de este mercado y de cómo llegar a los Oscar. Y su distribuidora es Neon que, entre otras, ha tenido en sus manos Parásitos y la española Robot Dreams. La primera brilló por completo en la gala de 2020. La segunda fue nominada a la mejor cinta de animación y, aunque el premio se lo llevó Miyazaki, dejó muy buen sabor de boca.

Hoy se conocerán también las nominaciones de los premios del cine europeo, donde el año pasado arrasó Emilia Pérez. Veremos si Sirat también sigue ese camino (y no se trunca después).

Sirat ha entrado como una exhalación en los EEUU. Estrenada este fin de semana, los acordes electrónicos de los altavoces de la rave han atronado en un número limitado de cines -está claro que no se vende como un blockbuster-, pero los han llenado: ha logrado el segundo mejor promedio por sala de toda la cartelera estadounidense con 34.057 dólares de recaudación, según medios norteamericanos. No solo eso: los festivales y la crítica ya la dan como favorita en la carrera de los Oscar con altas posibilidades de estar en la fase final. EEUU ha caído a los pies de Oliver Laxe.