Es, sin duda, uno de los grandes símbolos de la localidad, hasta el punto que desde enero de 2024 es la imagen visual corporativa del … Ayuntamiento, pero en unos días dejará de poder verse en esa plaza en la que se colocó en 1968, que se llama España pero que los benalmadenses bautizaron como la plaza de La Niña. La obra, una escultura de bronce de 125 centímetros de alto y 85 de ancho firmada por Jaime Fernández Pimentel (Málaga, 1933), autor del Cenachero de la capital, será sometida a «un proceso de restauración» ante el «visible deterioro» sufrido ante las inclemencias meteorológicas y, «salvo imprevistos», no volverá al centro de Benalmádena Pueblo hasta mediados de diciembre, según ha anunciado el Consistorio.
La última vez que se restauró ‘La Niña’ fue a finales de los años 90 del siglo pasado en Marbella y la siguiente se producirá «en los próximos días», según la información ofrecida por el Ayuntamiento. El proceso de restauración será realizado por Chapitel, la empresa que restauró en la capital malagueña el monumento al Marqués de Larios y la fuente de Las Tres Gracias, y se ejecutará en tres fases: análisis previo, tratamiento de limpieza y tratamiento estético.
La restauración se ejecutará en tres fases, y en la etapa final se aplicará a la escultura una capa de protección con cera y pigmento
En la primera etapa se realizará «un estudio organoléptico y documentación del estado de conservación de la obra»; en la segunda se llevará a cabo «una limpieza química superficial y mecánica» para eliminar las concreciones calcáreas y manchas orgánicas, y en la tercera fase se aplicará una capa de protección final con cera y pigmento, según ha detallado el Ayuntamiento.
Supervisión y recomendaciones
El proceso, al que ha dado su visto bueno el artista, será supervisado por un técnico especializado en conservación y restauración de bienes culturales, y durante su desarrollo se documentará toda la intervención y el resultado final de la misma. Además, se ha planteado una memoria del proyecto de limpieza y restauración con recomendaciones para la conservación futura de una obra que es parte esencial del municipio.
La escultura, visiblemente deteriorada, luce en una fuente en la plaza de España de Benalmádena Pueblo.
SUR
La obra, instalada en un fuente de mármol en la plaza de España de Benalmádena Pueblo, representa a una niña de sonrisa inocente y pelo recogido que ofrece, con los brazos extendidos, agua en una concha, y simboliza el carácter abierto y hospitalario del municipio. Fue un encargo del entonces alcalde, Enrique Bolín, y Pimentel reflejó la abundante presencia de niños en la Costa del Sol como consecuencia del éxodo masivo de habitantes de pueblos del interior ante la explosión turística.