La corrida de ayer en Inca fue anunciada como concurso de ganaderías. En una corrida concurso deben lidiarse todos los toros de diferentes ganaderías, compitiendo en buena lidia debiendo ser una exhibición de diferentes hierros con la intención de premiar al mejor toro. El orden de lidia debe seguir un protocolo específico; los toros se lidian según el orden de antigüedad de sus respectivas ganaderías. Se presta máxima atención a todos los tercios, especialmente a la suerte de varas que ayer, además de inexistente, salvo en el lidiado en tercer lugar, fue un sinsentido pues ni las rayas de picar estaban marcadas como es debido y no se colocaron correctamente en suerte, salvo el citado tercero, a ninguno de los toros restantes. El eje principal de este tipo de espectáculo es que los toros lidiados deben competir en igualdad de condiciones, por lo tanto, la intervención ayer de un rejoneador alternando con dos matadores fue una incongruencia, puesto que las lidias a caballo y las de a pie no tienen ninguna similitud. Así las cosas, resulta sorprendente e irrazonable que se anunciase un concurso ganadero con seis astados de cuatro ganaderías y la intervención de un jinete.

Presidió el festejo Carmina Albaladejo promulgando semanas anteriores la propia empresa, que se trataba, la de ayer, la primera vez que una mujer presidía un festejo taurino en Baleares. Dato incierto. La primera fémina encargada de presidir una corrida de toros en Baleares fue Mercedes Lara, en 1991, precisamente en Inca. Después, también lo hicieron Cati Pericás, en Alcúdia y más recientemente, Aina Fe en el coso inquer.

Presidencia

La actuación presidencial dejó al descubierto la ineptitud y el desconocimiento que en materia taurina atesoran tanto Albaladejo y especialmente su asesor técnico-artístico, José Barceló Campanilla quien, según palabras de la propia empresa, era el máximo responsable de garantizar el cumplimiento escrupuloso del reglamento. Pues bien, la presidencia configurada con el máximo rigor y categoría institucional, según afirmó días antes la organización, cometió innumerables irregularidades y un cúmulo de despropósitos además de ser arrastrados en sus decisiones por un público ávido de un falso triunfalismo y no impuso criterio alguno durante las tres horas que duró la verbena. Al palco presidencial se le paró el reloj, si es que en algún momento de la tarde lo puso en marcha, para medir los tiempos de las lidias. No se realizó ni un solo cambio de tercio en las actuaciones del rejoneador. Ni entre los rejones de castigo y tercios de banderillas ni para ordenar el inicio de la suerte de matar. El caballista tuvo que tomar sus propias decisiones durante la lidia ante la asusencia de la tarea presidencial. Hasta con 11 banderillas acribillaron al lidiado en cuarto lugar cuando el máximo que indica el reglamento son seis. Ayer Inca fue sinónimo de una plaza de talanquera. Hay plazas de talanqueras mucho más serias que lo acontecido ayer en Inca de lo cual la empresa está exenta de responsabilidad. En definitiva, un debut, el de Albaladejo y Campanilla, indecente e inadmisible, responsabilidad que, en cierto modo, recae en Virgilio Moreno, alcalde de Inca, encargado del nombramiento de ambos cargos, según ordena el reglamento de espectáculos taurinos.

Andy Cartagena

Le costó fijar la salida del de Adolfo Martín, que abrió plaza. Realizó una labor de poco fuste. Oreja tras pasaportarlo con brevedad. Con su segundo, de Bohórquez, estuvo animoso. Exacerbado en excentricidades y gestos teatrales de cara al respetable, hecho que caló en los tendidos. Rejonazo de muerte trasero de efecto fulminante. Se le regalaron dos orejas y rabo.

Antonio Ferrera

De excelente presentación el segundo, de Partido de Resina. Sin acople en el saludo capotero que derribó al del castoreño tras la primera entrada al relance. Recibió otros dos puyazos sin haber colocado al toro correctamente en suerte. En el último tercio el astado se agarró al piso impidendo la ligazón entre muletazo y muletazo. Faena asentada basada en la técnica. Dos pinchazos y un sartenazo.Silencio. De impecable trapío el cuarto de Adolfo Martín que recibió un solo puyazo. No fue nada fácil. no regaló ninguna embestida. Probón, reservón que acabó rajándose. Labor, la de Ferrera, de mucha entrega y tesón con algún que otro muletazo de gran trazo. Catorce minutos de labor muleteril, antes de cobrar una estocada desprendida y, venga, dos orejas y rabo sin apenas petición.

Borja Jiménez

Basto de hechuras el tercero, de Bohórquez. Ceñidas verónicas y muy buena la media con la que cerró la serie del recibo capotero para luego colocarlo muy bien en la suerte de picar. Ceñido inicio muleteril. Labor de mucho poder y decisión ante un oponente que derrotaba bruscamente al final de cada serie de muletazos. Pinchazo y estocada casi entera, algo tendida. Oreja. Al que cerraba plaza, de Fuente Ymbro, lo recibió con una larga cambiada. Inexistente tercio de varas. Apenas se le señalaron dos picotazos. Pase cambiado por la espalda para iniciar la faena de muleta. Un gran toro al que el sevillano entendió a la perfección. Clase, serenidad, técnica, valor y una lección magistral de saber estar en torero. Lástima que emborronase lo anteriormente realizado tras incitar al público a solicitar el indulto. Y, claro, la terna presidencial se sumó al dislate mostrando el moquero naranja para indultar, así, antirreglamentariamente, a un toro en una plaza de tercera. Todo un despropósito. Dos orejas y rabo simbólicos.

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