Siempre se ha dicho que el golf es un deporte de caballeros y sin duda el capitán europeo de la Ryder Cup para la edición de este año, Luke Donald, le ha echado una mano a su homólogo estadounidense en caso de este acabe siendo al mismo tiempo jugador de su escuadra.
Tras el British Open, Keegan Bradley está actualmente clasificado en el décimo puesto del ranking para la Ryder de Estados Unidos, por lo que todavía tiene opciones de entrar por puntos en su propio equipo. Si esto sucediera, difícilmente renunciaría a la opción de estar en Bethpage Black (26-28 septiembre) como jugador. A sus 39 años atraviesa un gran momento y podría convertirse en el primer capitán-jugador desde Arnold Palmer en 1967.
Clasificación
En el caso del Team USA, los seis primeros en puntos de su ranking tras el BMW Championship del 17 de agosto, se clasificarán automáticamente. El capitán del equipo hará entonces seis selecciones. Es decir, si Bradley no entra por puntos, podría escogerse a sí mismo, aunque esto es menos probable. Últimamente ha dicho que quería ser “el mejor capitán posible” y suena a que entiende cuál su principal responsabilidad. Eso sí, después de ganar el Travelers, comentó: «Jugaré si siento que ayudaré al equipo».
En cualquier caso, ha realizado una petición a Luke Donald que allana bastante su decisión final. Según informa Telegraph Sport, Bradley solicitó recientemente a su colega europeo la inclusión de una cláusula en el contrato de capitán que le permitiera designar a uno de sus vicecapitanes como capitán interino durante las sesiones en las que compite como jugador. En teoría, sólo los capitanes pueden asesorar a los competidores durante un partido, por lo que Bradley ha querido atar todos los cabos por si acaso. Por su parte, Donald no ha puesto impedimentos, según indica el Telegraph.