Para festejar su 125 aniversario y los 50 años de la gestión de los hermanos Lozano, la plaza de Pontevedra ha querido contar este verano con las principales figuras de la tauromaquia, entre las que sobresale en los últimos años Emilio de Justo, que hará su debut ante la afición gallega.
¿Qué significa esta presentación para usted?
Me hace una ilusión tremenda, porque es una feria en la que nunca he estado y además es la primera vez que toreo en Galicia, será mi debut en Pontevedra y a la vez en Galicia; y sobre todo destacaría que la ilusión y la motivación de estar en una feria como Pontevedra es muy grande. Además será con un cartel muy bonito, en una feria muy rematada, y como torero apetece mucho estar ahí.
¿Imponen especialmente estas primeras veces?
Sobre todo el misterio de descubrir su afición, la personalidad de una feria que sí he visto muchas veces por televisión, pero en la que no he estado. Lógicamente vas con esa ilusión de conocer al público, de saber del ambiente y, sobre todo, de expresar y de dar mi mejor versión como torero.
¿Qué le han contado de la afición gallega?
Me han dicho que es un público muy bueno, una afición alegre, que valora mucho lo que el torero hace en el ruedo. Y yo creo que un torero, cuando la afición está predispuesta, te entregas y das lo mejor de ti, ante esas aficiones ya vas con esa motivación extra de intentar dar una gran tarde de toros, de triunfar, porque me haría muchísima ilusión triunfar en Pontevedra.
«Me haría muchísima ilusión triunfar en Pontevedra»
¿Qué significa ser el número uno del escalafón?
Bueno, lo veo también como una cuestión a lo mejor numérica, y yo no le doy tanta importancia. Le doy la importancia por supuesto al hecho estar en una etapa de mi carrera muy importante, en un sitio privilegiado del toreo, de figurar en todas las ferias y eso, claro, tiene mucha importancia. Pero luego ya a otro nivel tampoco lo veo tan relevante porque lo que busco son las sensaciones delante del toro, el sentirme torero delante del él. Creo que al final los toreros somos artistas y lo que queremos es esa sensación de fundirnos con el toro y hacer lo que sentimos.
Es un momento dulce.
Está siendo una etapa muy bonita. Me encuentro en un momento maduro e importante como torero. Van pasando los años y uno trata de crecer, de dar lo mejor de uno mismo y, sobre todo, de lograr esa regularidad de triunfos, que yo creo que también son necesarios para mantenerse en la cima del toreo, en la parte alta del escalafón. Esa es un poco la meta que tengo: seguir paso a paso con esa regularidad y a la vez mejorando como torero y creciendo.
Ha afrontado desafíos importantes en su carrera, ¿qué enseñan?
Todos los desafíos y todas las apuestas te curten, te hacen madurar. Muchas veces uno acierta, en muchas de las apuestas que he tenido he salido ganador, mientras que en otras te puedes equivocar, por eso digo que todo suma y todo enseña. El toreo es una profesión en la que para conseguir a pulso ser figura y ganártelo tú mismo, tienes que apostar mucho, hacer muchas apuestas para que los aficionados te reconozcan lo que eres. Aquí nadie te regala nada.
«(En el toreo) nadie te regala nada»
¿Es ya el torero que soñaba ser?
Yo creo que muchos toreros nos moriremos o nos retiraremos soñando ser mejores, sin haber hecho la faena soñada que tenemos en nuestra mente, porque es muy difícil, la verdad. Pero también creo que se consiguen muchas cosas que te hacen muy feliz, aunque hay momentos de mucho sacrificio y mucha dureza. Porque también están los fracasos y esas tardes en las que las cosas no salen bien, están los percances. Estamos rodeados de muchas circunstancias y muchos matices que hacen que ser torero sea una profesión muy difícil, pero a la vez muy importante y grande.
¿Cómo ve el momento en el que está la fiesta?
Lo veo muy bien. La verdad es que ahora mismo la gente está yendo a los toros, vemos que sobre todo en las plazas más importantes hay muchísima gente joven. Y, en paralelo, las empresas también están haciendo un trabajo de promoción muy importante, a través de publicidad, redes, marketing… Se está enseñando muchas cosas del toreo que a lo mejor antes no se conocían, porque siempre ha sido un mundo muy hermético. Hay que agradecer mucho a las empresas en la promoción, cómo se vuelcan con enseñar también el toreo a la gente joven para que vaya a la plaza.