Hay etapas en la vida en las que una casa se convierte en mucho más que un lugar donde dormir: es refugio, punto de equilibrio y el escenario silencioso donde todo se recoloca. Paula Badosa parece estar justo en uno de esos momentos. Entre viajes, celebraciones, entrenamientos, nuevos proyectos y reencuentros inesperados – como su reciente visita a ‘La Revuelta’ junto a David Broncano, quien además fue su pareja en el pasado -, la tenista atraviesa un periodo interesante, lleno de cambios (ya que vuelve a estar soltera), humor y autoconciencia. A eso se suma que acaba de cumplir 28 años, una cifra que ella misma celebró con ironía en redes, dejando claro que está en una fase de transición, pero también de energía y vitalidad.

Hace unos años, la catalana fijó su residencia principal en Dubái, un movimiento que no sorprende dentro del mundo del deporte profesional. Allí comparte residencia con su amiga Aryna Sabalenka, ya que ambas han encontrado en Emiratos Árabes Unidos, una amplia comunidad de deportistas y un entorno idóneo para entrenar, descansar y desconectar. De hecho, en una entrevista para ¡Hola!, Badosa ya explicó cómo Dubái le ofrecía una calidad de vida «excepcional» y cómo sus instalaciones deportivas estaban «al nivel de las mejores del mundo».

La elección tiene sentido: clima estable, centros de alto rendimiento, privacidad, seguridad y una escena internacional que permite llevar una rutina relativamente normal pese a la fama. Pero, además, en Dubái ha sabido crear un hogar cálido y elegante, muy lejos del estereotipo de lujo frío que suele asociarse a la ciudad. Gracias a las fotografías que comparte a través de sus redes sociales, hemos podido descubrir algunos de sus rincones. ¡Te los enseñamos!

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MUY ACOGEDORAS

Paula Duarte: trucos para sumar calidez a cualquier cocina blanca

Paula Duarte, Graciela Olave Ramos

Un piso luminoso y sereno en Dubái

Las imágenes de su casa muestran una vivienda amplia, luminosa y con una estética muy medida. Predominan las líneas minimalistas, una paleta neutra y una atmósfera suave que transmite calma. Todo parece pensado para que la vivienda funcione como refugio entre torneos, entrenamientos y viajes intercontinentales.

El salón: blanco, madera y equilibrio visualCasa de la tenista Paula Badosa @paulabadosa

Uno de los espacios más llamativos es el salón, donde destacan los suelos de madera clara, las paredes blancas y un mobiliario discreto que huye del exceso decorativo y aporta mucha calidez, como la gran mesa de comedor de madera o el amplio sofá esquinero en color beige. 

Casa de la tenista Paula Badosa @paulabadosa

Y es que en esta sala de estar, predominan tonos arena, cremas y marrones, lo que genera una sensación de limpieza visual muy propia de las casas pensadas para el descanso. La decoración es ligera. Es el tipo de interiorismo que encaja con el ritmo de un deportista: ordenado, fácil de mantener, funcional. Pero lo que más llama la atención, son los grandes ventanales que ocupan lo que serían paredes enteras que permiten tener las mejores vistas panorámicas de Dubái.

La cocina: isla central y estética contemporáneaCasa de la tenista Paula Badosa @paulabadosa

La cocina es uno de los rincones más reconocibles y fotografiados por la tenista: una estancia amplia con una gran isla central que sirve tanto para cocinar como para hacer vida diaria. 

Casa de la tenista Paula Badosa @paulabadosa

Los frentes en blanco, junto con los muebles de madera cálida, mantienen la continuidad estética del resto del piso.

Casa de la tenista Paula Badosa @paulabadosa

La iluminación superior, con focos integrados y lámparas colgantes discretas, crea un ambiente moderno pero acogedor. Las imágenes muestran momentos cotidianos en la cocina: cortar fruta, preparar comidas, charlar o celebrar cumpleaños. Es un espacio vivido, práctico y luminoso

Casa de Gotzon Mantuliz

SENCILLA Y LUMINOSA

La luminosa y minimalista casa de Gotzon Mantuliz en Vizcaya
La esencia de su hogar: equilibrio entre vida pública y refugio privadoCasa de la tenista Paula Badosa @paulabadosa

En un momento en el que combina recuperación física, vida social, entrevistas mediáticas y compromisos deportivos, su casa en Dubái se convierte en el escenario donde puede ser simplemente Paula: una joven de 28 años que sigue construyendo su camino dentro y fuera de las pistas.